vie. Dic 5th, 2025

El circuito profesional de tenis nunca descansa y, tras una temporada 2025 repleta de emociones y nuevos nombres en la cima, las miradas ya están puestas en lo que vendrá. El año que pasó dejó un escenario dividido en la rama femenina, con cuatro campeonas diferentes en los torneos grandes, una tendencia que Rick Macci, ex entrenador de las hermanas Williams, cree que se mantendrá firme en 2026. Mientras la elite se prepara para defender sus coronas, en los escalones inferiores del ranking la lucha es por ganarse un lugar en la mesa chica, tal como lo demuestra la historia del doblista Jody Maginley.

La visión de un formador de campeones

Rick Macci es una voz autorizada en el mundo de la raqueta. Habiendo moldeado las carreras de figuras como Serena y Venus Williams, Maria Sharapova, Andy Roddick y Jennifer Capriati, conoce como pocos qué se necesita para levantar un trofeo de Grand Slam. Tras un 2025 en el que Madison Keys dio el batacazo al vencer a Aryna Sabalenka en Australia, Coco Gauff conquistó Roland Garros, Iga Swiatek dominó en Wimbledon y Sabalenka tuvo su revancha en el US Open, Macci vaticina un 2026 igual de repartido.

A través de sus redes sociales, el prestigioso coach aseguró que Sabalenka, Swiatek y Gauff seguirán sumando títulos importantes a sus vitrinas. Sin embargo, la gran apuesta de Macci es la joven rusa Mirra Andreeva. Con apenas 18 años, el entrenador le pone todas las fichas para que consiga su primer Grand Slam en la próxima temporada, consolidando el recambio generacional que ya se palpa en el circuito WTA.

El sueño caribeño de llegar a los grandes

Lejos de los flashes de las finales centrales, pero con la misma intensidad, el tenista de Antigua y Barbuda, Jody Maginley, encara su propia batalla. Especialista en dobles y actual número 208 del ranking ATP, Maginley está decidido a hacer historia para su país y clasificar a un Grand Slam, con el US Open como objetivo principal si logra redondear un buen semestre.

El camino no es sencillo y las matemáticas del ranking son crueles. Para ingresar al top 100, Maginley necesita duplicar su cosecha actual de puntos, pasando de unos 330 a cerca de 600. Según sus propios cálculos, esto implica ganar tres o cuatro torneos Challenger. El plan es claro: aprovechar la pretemporada para ajustar detalles, definir un calendario inteligente y sustituir las malas semanas del año pasado por actuaciones sólidas que le permitan dar el salto de calidad.

Una temporada histórica y la mentalidad para no aflojar

El ascenso de Maginley no es casualidad. Inició su campaña 2025 en el puesto 400 y logró escalar posiciones gracias a hitos inéditos para el tenis de su región. En abril, se convirtió en el primer tenista de Antigua en ganar un evento del ATP Challenger Tour, llevándose el título de dobles en el Morelos Open junto al cubano Alfredo Perez. Este triunfo lo posicionó como el jugador caribeño mejor rankeado, un estatus que ratificó en junio al coronarse en el M25 de Santo Domingo con el estadounidense Andre Ilagan.

Más allá de la técnica, el jugador destaca la importancia de la cabeza en un deporte tan solitario. Recordando los consejos de su madre, quien le inculcó la idea de nunca bajar los brazos ni siquiera cuando quiso dejar la universidad, Maginley entiende que la perseverancia es clave. Preparado para estar entre 35 y 45 semanas fuera de casa, el tenista se apoya en su equipo y sus patrocinadores para encarar un 2026 que promete ser decisivo. Ya sea defendiendo el número uno o buscando entrar al cuadro principal, la ilusión por la gloria es el motor que mueve a todo el circuito.