Por Julio Jerusewich ([email protected])
Pocos días después que empleados de la firma Legacy denunciaran atraso de hasta 5 meses en el pago de sueldos y estafa por parte de su empleador, trabajadores de Degasa Holding, grupo operador de las franquicias de Wendy’s y KFC en Argentina, dan a conocer su situación laboral precaria, en la que sufren suspensiones injustificadas y descuentos en salarios y aguinaldos.
Los empleados denuncian que la empresa ha realizado deducciones de importes correspondientes al Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) sobre sus sueldos, por lo que han cobrado salarios de 0 pesos en algunos casos. En respuesta, se han declarado en lucha, y siguen un cronograma de paro de actividades con asambleas informativas en algunas sucursales.
Juan, empleado de Wendy’s que prefiere preservar su apellido, asegura que los empleados no tienen representación sindical que se haga presente en las sucursales para evaluar la situación y ver cómo están los locales. «Lo que figura como sindicato no nos está representando ni mucho menos defendiendo. Los abogados que nos están dando el soporte legal fueron elegidos por nosotros, junto con los compañeros que nos están representando. O sea, lo que debería estar haciendo el sindicato», explica.
Las voces de los perjudicados
Juan también deja en claro que realizaron llamados, enviaron mails y hasta cartas al Ministerio de Trabajo, pero nadie les da una respuesta. «La única vez que se hizo presente el Ministerio fue a principios de abril cuando la empresa intentó hacer un recorte del 70 por ciento de los salarios. Nosotros cobramos por quincena y habíamos recibido de la primera quincena apenas 3.500 pesos. Pretendían pagarnos 7 mil pesos como pago total mensual, que hoy en día es una compra de supermercado. Imaginese lo que significa para los trabajadores que tienen familia. Seguiremos luchando. Lo que pedimos es que se hagan las cosas como se debe», sintetiza el empleado.
En tal sentido, Agustín, de Combo de Lucha, agrupación que defiende los derechos de los trabajadores de los diferentes fast foods, sostiene que la empresa Degasa Holding estafó a sus empleados reteniendo el pago del ATP del mes de julio y descontando ese importe del sueldo, lo que ocasionó que los importes cobrados hayan sido de 0 a 500 pesos. «Mucha gente cobró entre 200 y 300 pesos del aguinaldo, y del ATP de julio no hubo noticias», indica.
Y agrega que «los empleadores nos dijeron que como íbamos a cobrar el ATP, nos iban a descontar de ese importe, que aún no percibimos. Nuestro sueldo oscila entre los 15 mil y los 17 mil pesos, bordeando el salario mínimo vital y móvil. Como la ATP que no depositaron es de alrededor de 16.800 pesos, la empresa no consideró que se trataba del 50 por ciento del sueldo, tal como lo marca el acuerdo en beneficio de las empresas, sino que tomó el cien por ciento de nuestro sueldo».
«La empresa Degasa decidió que ese futuro ATP que nos correspondía, se nos podía descontar sin haberlo cobrado. Por lo tanto, hubo compañeros que cobraron 20, 50 o 500 pesos de aguinaldo y de la quincena pasada, ambos períodos juntos, cuando deberían haber recibido cerca de 20 mil pesos por ambos conceptos».
Paro de actividades y asambleas
El representante de Combo de Lucha explica que, además del ATP del mes de julio se les descontó una supuesta deuda que tenían de ATP de períodos anteriores. Por todos estos motivos, los trabajadores de KFC y Wendy’s hicieron paro de actividades y asambleas en locales de los shoppings Alto Palermo, Alto Avellaneda, Unicenter y Dot Baires. «En la asamblea estuvimos representados por compañeros porque no hay democracia sindical en nuestro sindicato, es decir que no tenemos delegados en ningún lado. Ni en KFC ni Wendy’s, tampoco lo hay en Burger King ni en Starbucks. El sindicato existe pero nosotros no podemos elegir delegados. No conocemos esa palabra», dice.
Agustín agrega que muchas veces la empresa ni siquiera envía los recibos de sueldo. «Y si perdiste algún recibo, queda desactivado cualquier reclamo eventual ante algún error en la liquidación. Te dicen que ya te lo mandaron. Parecería que la empresa retiene los recibos para blindarse ante cualquier queja».
El contexto de la pandemia deja al descubierto el accionar de empresas que embisten sobre los derechos de los trabajadores y los protocolos sanitarios. «Lo que está pasando ahora es una olla que se destapó, porque la precarización que venimos sufriendo es de hace rato. Tenemos que ocuparnos de estar en contacto con dinero, con comida, limpiando baños o mesas y hasta de echar a personas para evitar conflictos porque no hay personal de seguridad en el local. Todo eso se agrava por la miseria de los salarios», denuncia el entrevistado.

Y agrega que «la empresa está diseñada como para que nosotros trabajemos un año y medio y después renunciemos, así se evitan el pago de la indemnización. Lo que buscan es una rotación constante de empleados. Todo este panorama permitido por los empresarios, el sindicato y el gobierno de turno, que siempre pacta como para que todo esté bien».
Respaldo de otra cadena
Felipe Sánchez, delegado de Burger King, explica que el personal de Wendy’s y de KFC está siendo afectado por «rebajas salariales mucho más brutales» que las sufridas por ellos en sus salarios. «Si bien con nosotros aplican el mismo método de descuentos basados en el articulo 223 bis, lo de ellos es sanguinario por los recibos que figuran en cero pesos. Nosotros ya padecimos eso en algún momento y costó bastante poder llegar a mejorar las condiciones. Hoy estamos apoyando las medidas de los compañeros», puntualiza.
Para Sánchez, tras realizar paros de actividades en seis locales, era hora de que los reclamos fueran escuchados. «Que nos hayan dado un espacio para discutir el tema significa un avance. Apostamos a sumar nuestras fuerzas para que la lucha nos encuentre unidos. La realidad es que los trabajadores de comida rápida trabajamos para empresas multinacionales enormes y millonarias que hacen lo mismo en todas las partes del mundo, buscando los convenios más precarizados para que las personas que trabajamos en este rubro tengamos una calidad de vida cada vez más insostenible», afirma.
El delegado de Burger King asevera que la política de estas empresas está direccionada a sólo expandir el negocio «Y si no sirve el lugar cierran y despiden sin ningún miramiento, usando a la gente de forma descartable», afirma.
Delegado de la sucursal de Villa Urquiza, Sánchez asegura que por mes, actualmente, las ganancias de Burger King superan los 5 millones de pesos. Dinero que llega a cubrir los contagios de coronavirus. «Ayer tuvimos dos casos más. Ante esto, la política de la empresa es cerrar, mandar a la casa a los afectados, traer otros empleados y seguir laburando. Buscan la forma de desconocer las licencias». Y culmina con una alusión a otra crisis del pasado: «No queremos que suceda como en el 2001 cuando Wendy’s y KFC se fueron del país dejando un tendal de trabajadores en la calle».

Una de las voces del respaldo legal
Adriana Bilbao, abogada del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CEPRODH) afirma que la empresa Degasa Holding se conduce de manera irregular con los salarios de sus trabajadores. «El panorama deja a las claras que la empresa se está manejando de manera ilegal, descontando salarios de forma muy irregular, atentando contra el bolsillo de los trabajadores. No pagan el aguinaldo realizando descuentos ilegítimos».
Asimismo Bilbao detalla que «empresas multinacionales como McDonald’s, KFC, Wendy’s y Burger King se manejan persiguiendo activistas sindicales por medio de denuncias y amenazas. Ante esta coyuntura, estamos acá para proporcionarles todas las garantías ya que sabemos que estas empresas reciben las ATP por parte de la ANSES cuando no las tendrían que recibir ya que ganan millones. Es una estafa total. El contexto es escandaloso en las reuniones porque hay gente de recursos humanos de la empresa pero no está presente el Ministerio de Trabajo, que puede homologar algún acuerdo. La situación es alarmante para los trabajadores mientras estas empresas siguen facturando millones».
Reunión con la patronal
Sabrina De Nicola, delegada en la sucursal Wendy’s de Los Arcos mantuvo una reunión con los directivos de Degasa Holding, en la que se planteó el problema. «Fue una charla en donde se nos ninguneó por tres horas. La gente de la empresa nos cambió de tema constantemente dibujando una coyuntura distinta. Lo que hicimos quienes estuvimos presentes fue apoyarnos entre los compañeros y señalar lo que la empresa está haciendo mal, y si bien se admitió la estafa del descuento del ATP, nos plantearon la necesidad de un descuento hacia los empleados de 50, 40 y 30 mil pesos. Es una locura que en mi recibo de sueldo aparezca el ítem de sueldo a cobrar con cero pesos», relata Sabrina.

Según explica la delegada, la empresa dice haber pagado adelantos que nadie firmó. No sólo eso, sino que se les confirmó que el aguinaldo había sido un adelanto de los meses de abril y mayo, algo que nadie pactó. «A raíz de todo esto, supuestamente la empresa va a sacar un comunicado en el que está encaminada una solución. Esto lo tomamos entre comillas como todo lo que nos dice la patronal, ya que siempre juegan con nuestra plata y la de nuestras familias».
De Nicola afirma que la empresa envía mails a los empleados con fechas de pago que nunca se cumplen. «Si el martes 14 de julio no tenemos una respuesta favorable donde aparezca el pago del aguinaldo, donde se detengan los descuentos y donde se abone el ATP de forma completa, la decisión es seguir de paro», sentencia.
Vale aclarar que a dicha reunión, celebrada en la Escuela de Pastelería Profesional del sindicato que agrupa a los trabajadores, a los abogados de Combo de Lucha se les negó el acceso en un primer momento. Después, algunos de ellos pudieron ingresar y ser parte del encuentro con la patronal. «En definitiva, se armó un tumulto pero pudieron pasar algunos. Lo que veo es que tanto el sindicato como la empresa no tienen ninguna intención de cambiar esta situación, más bien parecería que sólo quieren informar sobre el avance de las suspensiones a los compañeros por las medidas tomadas», dice Agustín.
Por si fuera poco, COVID-19
Santiago, también de Combo de Lucha, afirma que hay empleados con COVID-19 y que las empresas de comidas rápidas manejan la situación de pandemia de una manera irregular. «Hubo un caso en una sucursal de McDonalds de avenida San Juan 2826, San Cristóbal, y a la semana se sumaron cuatro casos más», dice. «Estas empresas tratan de aislar a uno o dos empleados a dedo, no se realizan testeos ni se comunican los casos al resto de los compañeros. Intentan hacer todo tipo de chanchullos para evitar cerrar las sucursales y seguir facturando. Mientras tanto, nosotros estamos con el miedo de contagiar a las personas de grupos de riesgo con las que vivimos».
Santiago explica que trabajar en lugares reducidos donde impera la inmediatez, impide que se puedan lavar las manos con la frecuencia sugerida. «También es muy difícil respetar el distanciamiento, tanto entre compañeros como con los clientes. Tampoco en este sentido hay inspecciones por parte del Gobierno».