Por Gabriela Composto ([email protected])
La serie británica ‘Sex Education’ gira en torno a Jean, madre y una reconocida terapeuta sexual, y su hijo Otis, un adolescente aún virgen que tiene graves problemas con su sexualidad y no justamente porque su mejor amigo (el maravilloso Ncuti Gatwa) sea gay.
Por un lado, ella es una madre divorciada, muy libre sexualmente y sin ningún interés en tener pareja ni compromiso. Por el otro, se desvive por su hijo poco sociable y se mete demasiado en su intimidad. No puede separar a la sexóloga de la madre e intenta comprender el porqué de la inexperiencia amorosa de Otis. Pero aunque ni él se lo imagine, resultará todo un conocedor en la materia, aunque solo tocando de oído.
Así arranca esta serie de Netflix, en la que cada capítulo es la historia de una dificultad sexual a resolver por Otis. Una circunstancia casual y la ayuda que le brinda a un conflictuado compañero de escuela –más la fama inmediata del boca a boca– hace que termine siento el terapeuta sexual de toda la institución, a cambio de unos pesos la consulta.
Con esa actividad, aprovecha para hacerle un favor a su amiga Maeve (Emma Mackey), que vive al día agobiada por problemas económicos. Aunque rápidamente veremos que no son los únicos que tiene.
Se tocan temas tan variados y comprometidos como aborto, acoso, homofobia, enfermedades de transmisión sexual, embarazo adolescente, impotencia sexual, parejas interraciales, movimiento LGTB, masturbación, matrimonio igualitario, feminismo y drogas, pero por sobre todo siempre se habla de amor.
La forma clara y frontal en el total de los minutos que recorren sus ocho capítulos puede incomodar. Es que no es una serie para adolescentes. Es mucho más que eso. Es una serie con adolescentes.
Otis es Asa Butterfield, aquel chico que con un padre oficial nazi vivía en el campo de concentración de Auschwitz en ‘El niño con el pijama a rayas’. También es conocido de la más reciente ‘Miss Peregrine y los niños particulares’, de Tim Burton. James Purefoy -el carismático asesino perseguido por Kevin Bacon en ‘The Following‘- es su padre, ex esposo de Jean, también terapeuta sexual.
Gillian Anderson en Buenos Aires
La madre de Otis no es otra que Gillian Anderson, la agente especial Dana Scully de ‘X Files’, que en su paso por la ‘ComicCon’ de Buenos Aires, habló de su personaje: «Jean es terapeuta sexual. Es muy abierta pero hay cosas que son extrañas. Verán esculturas con penes por todos lados. Si bien ella es muy abierta, tiene un hijo que está en plena pubertad y no puede evitar perseguirlo, escuchar sus conversaciones a través de la puerta, invadir su privacidad. No tiene límites y es muy neurótica».
«Jean está divorciada pero tiene muchos hombres que la visitan por un solo propósito y ella realmente no quiere una relación pues no está dispuesta a aceptar que quizás tiene problemas personales que la mantienen alejada. Es un personaje muy complejo que me toca interpretar», destacó.
‘Sex Education’ va muy de frente. Engancha a los adolescentes y, sin dudas, también a los adultos. Para que la vean padres e hijos… Aunque mejor por separado.