Sabrina Critzmann: «Hay que desterrar la cultura del chirlo»

Por Carla Arakelian ([email protected])
Edición audiovisual: Gabriela Composto ([email protected])

Pediatra y puericultora, Sabrina Critzmann es además la autora del libro ‘Hoy no es siempre. Guía pediátrica para una crianza respetuosa’ (Planeta, 2019), donde destierra mitos sobre la maternidad y los primeros años del niño.

Consultora en Crianza en Brazos, la primera escuela de porteo de Argentina, Critzmann es además una activa influencer, que desde su cuenta de Instagram brinda consejos a diario a sus casi 200 mil seguidores. En la red social, la médica aborda todas las problemáticas planteadas por los «mapadres», como ella suele referirse al rol materno-paterno, contestando en lenguaje ameno y sumamente claro.

Los temas más consultados por sus seguidores van desde el primer baño del bebé hasta el dolor de dentición, pasando por temas como lactancia, colecho, leche de fórmula, uso de repelentes y el temor al Síndrome Urémico Hemolítico (SUH). La médica también se refiere a las cuestiones relacionadas con la maternidad como cansancio extremo, relación de pareja, kilos de más, dolores corporales y comentarios desubicados recibidos.

Investigadora del vínculo madre-hijo, Sabrina Critzmann explica que «antropológicamente, venimos de la época de las cavernas cuando maternar estaba más ligado al instinto animal. De manera progresiva el vínculo ha ido cambiando para dar lugar a una modernidad en la que el sistema mercantil en el que estamos inmersos, exige prohibiciones e impone normas».

En diálogo con El Café Diario, la doctora explica todos y cada uno de los mitos sobre la maternidad y la crianza, e insta al cuestionamiento de todo aquello que internalizamos como normal desde antes de nacer.

Decisión de amamantar

Acerca de la lactancia, la Dra. Critzmann afirma que siempre hay culpa en la decisión de amamantar. «Si una madre decide dar la teta, le van a decir que está malcriando o que su leche no sirve y que no puede alimentar así a su hijo. Cuando decide hacer una lactancia mixta o inclusive no amamantar, por las razones que sean, si está bien informada acerca del tema, también le van a decir ‘cómo le vas a dar la mamadera, ojalá le hubieras dado la teta’».

«Todas las decisiones lamentablemente tienen una mirada, y como sociedad, tenemos una mirada muy crítica acerca de lo que hace la otra persona. Eso no colabora para nada. En vez de juzgar e ir por encima de la decisión del otro, en realidad deberíamos darnos una mano y ayudar a sostener ese puerperio y esa maternidad que ya tan compleja es como proceso«.

No ‘patologizar’ la infancia

Con respecto al agotamiento que suele provocar la crianza, la médica aconseja «no patologizar la infancia por nuestro cansancio». «A veces aparecen términos como ‘bebé de alta demanda’ o ‘muy caprichoso’ o ‘mal-comedor’ o ‘mal-dormidor’, que tienen que ver con nuestro cansancio como adultos, que tenemos que criar como si no trabajáramos y trabajar como si no criáramos. Esto suele recaer en las madres. Entre cuestiones graves de género -como la brecha salarial, los permisos de maternidad y la cultura patriarcal-, el agotamiento adulto termina patologizando al niño», afirma.

El sueño del bebé

Sabrina Critzmann afirma que es nocivo el mensaje transmitido por la publicidad acerca del sueño del bebé. «Las propagandas nos dicen que el bebé tiene que dormir toda la noche, y solemos creer que nuestro hijo está enfermo si no lo hace. Porque en realidad estamos tan cansados que necesitamos buscar una estrategia para que eso cambie. Sería ideal que los medios de producción se acomodaran a eso. Una familia que cría tiene otros tiempos que una familia que no tiene bebés. Hay que empezar a pensar otras estrategias desde el sistema de producción para cuidar a esos niños».

La doctora Sabrina Critzmann es pediatra, puericultora y consultora de porteo en Argentina.

¿Zapatos para el bebé?

«¿Quién nos hizo creer que los bebés necesitan zapatitos para caminar? El mejor zapato es el que viene con ellos: ninguno», explica Critzmann. «Ponerles zapatos y medias es bonito y sirve para las fotos, pero los pies tienen una alta densidad de receptores, mucha estructura neuronal en los pies que toma mucha información del entorno. Es bloquearles una herramienta sensorial que tienen».

No se enferman por estar descalzos

«Otro mito que circula acerca de la crianza. Los bebés no se enferman por andar descalzos. Se enferman por los virus y las bacterias. Estar descalzos no empeora las enfermedades. Además, los chicos se dan cuenta porque se los sacan todo el tiempo. Permitámosles estar descalzos».

No dejarlos llorar hasta dormirse

«Esto lamentablemente tiene que ver con los modos de crianza y también con la crianza científica», explica la doctora. «Hubo gente que se puso a escribir libros sobre crianza y a decir que había que dejarlos llorar tantos minutos por la noche para que aprendieran a dormir sólo porque era super importante que se durmieran solos. Estos métodos ya han sido refutados. Se sabe que si dejamos llorar a un bebé, no sólo no aprenderá a dormirse solo, sino que se dormirá por el agotamiento y el estrés que le produjo llorar. Cuando un bebe llora, está expresando una necesidad».

La Dra. Critzmann es autora del libro ‘Hoy no es siempre’,
una guía indispensable para la crianza.

La crianza respetuosa no es sin límites

«Los niños no van a ser más fuertes si los dejamos llorar, y no van a ser ni estar malcriados si no los dejamos llorar. Como adultos somos su base segura y les damos la seguridad para atravesar el llanto, la frustración, incluso si viene de un límite que necesitamos poner. Porque la crianza respetuosa no es crianza sin límites. Al contrario. Son importantes los límites y que los construyamos juntos. Dejarlos llorar les genera un estrés que está estudiado que no es saludable para su desarrollo».

Las intervenciones de los demás

«Lo vemos por la calle. Extraños se acercan a tocarle un piecito, a darle un beso, a sacarle algo de la mano. Eso se ve mucho en chicos más grandes; ‘mirá tengo esto que es tuyo’, dicen. No sé cuál es el tipo de placer que hay en eso. Pero los bebés, las niñas y los niños son personas y merecen nuestro respeto. Entonces, si vamos a tocarlos, primero hay que pedirles permiso».

«Hay que entender que es el cuerpo de otra persona. Es una experiencia muy importante que se respete su cuerpo. Además, de esa manera van a aprender a respetar el cuerpo de otras personas. Como adultos no nos gusta que venga un extraño y nos toque la cara o que nos saquen algo de la mano. Entonces empecemos a respetarlos, a darles su espacio y a pedirles permiso».

Cultura del chirlo a tiempo

Con respecto a los castigos físicos, la médica pediatra dice que «hay que desterrar la cultura del chirlo a tiempo». «Esto es importante porque habla de los métodos de crianza que se usaron durante mucho tiempo. Siempre buscamos lo mejor para nuestros hijos, por lo tanto, no podemos decir que nuestros abuelos y bisabuelos fueron malvados. Simplemente, en esa época se creía que si no le castigaban con golpes, los niños iban a tener problemas a corto y largo plazo, porque se consideraba que la única manera de poner límites era golpeando y claramente, esto no es así».

Enseñar a no golpear

«No hace falta golpear para enseñar a no golpear», dice la Dra. Sabrina Critzmann. «Golpeando solamente enseñamos que la persona que más nos quiere y que es nuestro referente y base segura, también nos puede dañar. Eso se filtra en la psiquis. No hace falta golpear para poner un límite. No hace falta golpear para enseñar a no golpear. Ni pellizcar para que aprenda a no pellizcar. El mensaje es bastante confuso para ese cerebro en neurodesarrollo. De a poco tenemos que entender que el chirlo es un golpe y es violencia, y la violencia es inaceptable en cualquier momento de la crianza. Tenemos que construir otras formar de relacionarnos, para relacionarnos posteriormente mejor como sociedad».

Médica pediatra, Sabrina Critzmann responde dudas a sus pacientes a través de Instagram.

Con la comida sí se juega

«Esto es fundamental. En los primeros tiempos de la alimentación complementaria, cuando el bebé comienza a integrarse a la mesa familiar, es muy importante permitirle jugar. Es más importante que juegue a que coma, es decir, que se metan cosas en la boca y que traguen».

Alimentarse es un acto sensorial

«Todo ese acercamiento con la comida sensorial es importantísimo para llegar finalmente a alimentarse con alimentos por fuera de la leche. Alimentarse es el acto sensorial más complejo que tenemos porque además incluye una parte social. Requiere visión, audición, tacto, etcétera. Entonces es importante dejarlos embadurnarse, tirar alimentos al piso, pasárselo por la cara, el pelo, todo eso le va a ayudar a prevenir dificultades con la alimentación, a nutrirse y a tener una hermosa relación con la comida».

Alimentos ultraprocesados

«Estamos acostumbrados a los productos ultraprocesados y etiquetas atractivas. Compramos alimentos creyendo que son los mejores para nuestros hijos. Pero el problema es que la industria nos vende mentiras, publicidad, colores, aditivos, cosas ‘con sabor a’. Muchas veces los compramos porque estamos convencidos de que ese producto va a ser lo mejor. Esta es la publicidad engañosa. Lo que aparece en la televisión, en las etiquetas. Todas las vitaminas que prometen los paquetes los deberíamos sacar de productos mínimamente procesados, que encima son mucho más económicos».

La industria suma a la confusión

«La industria trabaja para que nos confundamos y que compremos sus productos por el dibujito que tienen en sus cajas. Por eso es muy importante buscar como política pública el rotulado frontal, que es una estrategia impulsada por la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Dicha estrategia sugiere que los envases traigan unos sellos negros donde se declare la cantidad de azúcar que tiene ese producto, sodio, grasas saturadas, para que de esa manera uno realmente pueda elegir el producto a consumir. Lo más importante a la hora de elegir es la información».