Paritarias trimestrales en 2023

Por Sergio Omar Rodríguez
Abogado Laboralista, docente y escritor

Cada vez es más difícil ganarle, o al menos empatarle, a la inflación. Por eso, se imponen paritarias cada vez menos espaciadas: ni anuales ni semestrales, trimestrales.

El método UOM: el antecedente que abre la posibilidad de los demás gremios

En la primera semana del mes de abril se acordó el primer tramo de la paritaria de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) comandada por Abel Furlán y las cámaras empresariales, que establecieron un convenio marco de aumento de las escalas salariales, que ronda el 18%.

Este incremento será acumulativo y se pagará en dos tramos. El primero de ellos, de un 10%, impactará en el mes de abril, mientras que el restante hará lo suyo con un 8% en mayo. También se dejó acordada una revisión paritaria para junio, para evaluar en función de la inflación.

En el micrófono, Abel Furlán, secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM).

Sin embargo, lo más trascendente de esta paritaria no radica en los actores intervinientes en la negociación ni lo que acordaron como resultado final, sino más bien en el estilo de concertación.

Por qué las paritarias en 2023 deben ser trimestrales

El principal motivo por el cual entiendo que las paritarias deben llevarse a cabo de manera trimestral tiene que ver con el factor incertidumbre de cara al contexto de inestabilidad económica que afecta el precio de los bienes y servicios que consumen los trabajadores y, dentro de los cuales, el más importantes es el costo de la alimentación.

Esta incertidumbre que se da en el marco inflacionario que desde 2023 alcanzará las tres cifras interanuales, algo que no pasaba desde el Gobierno de Raúl Alfonsín, se le suma el contexto de un año electoral.

Asimismo, las políticas emisivas que seguramente serán participes de este año, se dan en el contexto de incertidumbre limitativa que proponen los acreedores externos, dentro de los cuales el principal es ni más ni menos que el Fondo Monetario Internacional.

Está de más aclarar que la principal premisa de parte de los gremios en el marco de la negociación paritaria, en épocas de vacas flacas, es tan solo empatar a la inflación. Suena sencillo, pero no todos lo logran al final.

El poder adquisitivo del salario es importantísimo para sostener, lo único que este país medianamente ha sabido sobrellevar a lo largo de los años, que es el mercado interno.

En busca de que los equipos técnicos paritarios puedan hacer una evaluación conjetural de los datos duros que se van informando, mes a mes, en el marco estadístico, y se van proyectando a los precios de la economía, es que se debe acotar el tiempo de las actualizaciones salariales. De este modo, el poder adquisitivo de los trabajadores podrá, de alguna manera paliar, el complejo año que a los argentinos nos espera.

La UOM ya dio el puntapié inicial, ahora la pelota pasa al resto para que sigan por ese camino. El que no lo haga de esta manera, será por decisión, y en términos lisos llanos, mala praxis. Está en juego el poder adquisitivo de los trabajadores.