Por Lucio Ocamica ([email protected])
«Las personas con hipoacusia necesitan leer los labios, si usan los tapabocas tradicionales quedan aislados, sin comunicación». Milagros Torroba decidió cambiar por completo el eje de su emprendimiento ‘Mila Chemin’ para comenzar a producir tapabocas novedosos e inclusivos. Su marca, que ganó el Concurso ‘Potenciate’ de la ciudad para participar del Luxury Outlet , nació a raíz de que «se me ocurrió hacer los tapabocas inclusivos porque tengo un familiar hipoacúsico», destaca la diseñadora.
¿Qué es Mila Chemin?
Chemin en francés significa camino y se trata un poco de eso. Nació hace dos años, con ganas de comenzar un proyecto de camisas y vestidos. Mila Chemin significa preguntarme si quiero empezar un camino propio, emprender o trabajar de manera dependiente. Mi idea era darle a la marca un enfoque social, aunque no tenía claro cuál iba a ser.
¿Cómo comenzó ese camino?
Siempre quise emprender. Mientras trabajaba para otras marcas comencé a pensar y diseñar Mila Chenin. Finalmente decidí dedicarme un año por entero a mi marca. Trabajé más duro que bajo dependencia. Empecé a participar de un montón de concursos para mostrar la marca y tuve la suerte de participar y ganar el Concurso ‘Potenciate’ del Gobierno de la Ciudad. Eso me permitió formar parte de Luxury Outlet. Nos dio mucha fuerza.
¿Cómo es la modalidad del Luxury Outlet?
Luxury es un evento que se lleva a cabo en el Hipódromo de Palermo. El objetivo es colocar a las marcas que recién comienzan junto a las marcas consolidadas. Así los clientes que asisten conocen marcas nuevas. Eso nos dio un posicionamiento excelente. El año pasado nos tocó estar al lado de ‘Portsaid’ y ‘La Martina’ dos marcas consolidadas. Gracias al desempeño que tuvimos en el evento, nos invitaron a participar este año.

¿Cómo comienza a producir los barbijos?
Quería darle un enfoque social a Mila Chemin, ese era mi objetivo. Entonces, cuando el mundo de la moda comenzó a considerar el tapabocas un accesorio central, pensé que podría diseñarlos. La idea de que fuera para gente con trastornos que involucran el habla surgió porque tengo un familiar hipoacúsico.
Se me ocurrió la idea de donarlos porque sé que hay mucha gente que no podría comprarlos. Entonces comencé a pensar un tapabocas que permitiera leer los labios.
La verdad es que la sensación de donar es lindísima. El agradecimiento tiene un valor inexplicable. Toda la parte social es increible.»
Hipoacusia ¿Qué es?
Es un trastorno sensorial que consiste en la incapacidad para escuchar sonidos, y que dificulta el desarrollo del habla, el lenguaje y la comunicación. Se conoce comúnmente como sordera o deficiencia auditiva.
La pérdida de audición puede existir desde el nacimiento (por causas congénitas) o puede desarrollarse en cualquier edad (por causas adquiridas). En nuestro país, la hipoacusia representa el 18% de las incapacidades existentes.
¿Cómo se les ocurrió el diseño?
Con mi compañera de departamento. ambas somos diseñadoras. Comenzamos a pensar la forma que podría tener. Los hicimos con lo que teníamos a mano: acetatos que sobraron de la facultad y retazos de tela para camisas. Hasta desarmamos un almohadón para ver si funcionaba el material.
Después nos pidieron modificaciones. El acetato debe ir de punta a punta de la cara, y la tela ha de envolver la pera por ejemplo. Además, los chicos con hipoacusia usan audífonos, entonces sugirieron sujetadores similares a una vincha.

¿Cómo fue el mecanismo de la donación?
Por cada tapabocas que la gente compra, donamos otro. Cuando pensamos el diseño del tapabocas, no sabíamos en realidad demasiado. Yo no soy experta en tapabocas ni en hipoacusia. Acercamos la propuesta al gobierno y ellos se comunicaron con Fundación Fanda, la Mutual de Hipoacusia y la Confederación de sordos y estas apoyaron este proyecto.
Les dimos una donación a cada organización. Después al Hospital Borda y a un comedor de Quilmes que trabajaba con chicos con hipoacusia también.
¿Qué se siente donar y ayudar a los demás?
Nos tocó donar a una pareja de hipoacúsicos y fue muy lindo. Ellos esperaban un bebé y se comunicaron con nosotros porque sentían que en el parto no se iban a poder comunicar bien. Estaban muy preocupados por eso y nos sentimos muy bien de poder ayudarlos.
La verdad es que la sensación de donar es lindísima. El agradecimiento tiene un valor inexplicable. Toda la parte social es increible. Tenemos igualmente que hacer filtros porque no le podemos dar a todo el mundo, pero intentamos darle a quienes más lo necesitan.
¿Recibieron algún tipo de ayuda?
Lo hicimos de manera casera y le llevamos un prototipo a Diego Santilli, el vicejefe del Gobierno de la Ciudad. Previamente nos habíamos visto en nuestra última participación en el Luxury Outlet y él impulsó el proyecto. Tiene un hijo con hipoacusia y la empatía con la problemática se hizo inmediata. Ahí empezamos a desarrollarlos de manera más masiva.
¿Es sólo para personas hipoacúsicas?
Las personas con hipoacusia los necesitan para leer los labios, pero también se nos acercaron en representación de chicos con trastorno de espectro autista y con afasia. Un tapabocas de las características que producimos nosotros les permite a los chicos apoyarse en la lectura labial.
Es un accesorio de importancia vital para las personas que padecen estos problemas. Nos sumamos a un proyecto para comenzar a donarlos y así llegar a mucha gente.

¿Qué le depara el futuro a Mila Chemin?
Yo creo que la pandemia vino a decirnos que paremos de proyectar un poco y que veamos el presente. Hoy es muy difícil decir qué puede llegar a pasar. Sí sé que es muy importante tener los ojos abiertos y escuchar las críticas de la gente. Esas dos fuentes son las que te pueden guiar hacia un futuro mejor.
¿De qué manera las personas que están leyendo la nota pueden ayudar?
Nosotros no pedimos donaciones actualmente. La manera de ayudar es comprar un tapabocas y por ese que se compra, se dona otro. Pero si quieren colaborar y tienen telas que les sobren, sirven para fabricar barbijos.