Mercado consciente: productos agroecológicos y contacto directo con productores

Por Lola López (www.instagram.com/quailola)

Edición: Florencia Romeo ([email protected])

El Mercado del Valle de Trevelin, en Chubut, nació en 2018 para colaborar con los productores agroecológicos de la zona, brindando un espacio para la comercialización y para incentivar la producción local. Hoy el mercado cuenta con 10 productores estables y otros van rotando.

A pesar de que el Mercado del Valle abre solamente los sábados de 10:30 a 12:30, han logrado una excelente respuesta de la comunidad y cuentan con una clientela fija, que acompaña el espacio todo el año. Además de llevar sus propias bolsas, estos clientes tienen otra característica: les interesa no sólo la posibilidad de comprar alimentos agroecológicos, sino que también se acercan para conversar con los productores.  

Hoy, en el mercado se venden verduras y conservas, harina de trigo integral, plantines de hortalizas, flores y aromáticas, mezclas de hierbas deshidratadas, aceites saborizados, aceite esencial de lavanda, dulces con fruta de la zona, jarabe de sauco, plantas de interior, miel, polen, propóleo y cera de abejas. Según la época del año y la capacidad productiva, también se acercan productores de fruta fina, leche de vaca, huevos y hongos de pino. 

Sus integrantes explican que se decidieron por una producción agroecológica porque implica estar alineados con ciertos principios que van más allá de no usar agrotóxicos y que abarcan una filosofía de vida más amplia, vinculada al hecho de vivir en armonía con la naturaleza, una metodología de comercio justo, tanto para el consumidor como para el productor y una relación con la producción que busca respetar el ambiente, cuidando y regenerando el suelo como eje fundamental para conseguir alimentos sanos y producciones sostenibles en el tiempo.

Las abejas tienen un rol clave en la producción. Foto: MdV.


Huenú Mastonardi y Elizabeth Domínguez son algunas de los integrantes y al preguntarles cómo fue que tomaron este tipo de conciencia y camino de vida, responden: «Tiene que ver con cambiar hábitos y llevar una vida más saludable; a la vez, nuestros emprendimientos nacen también de la preocupación de poder tener acceso a comida de calidad, ya que la mayoría de los alimentos que se consiguen en la zona vienen de otras provincias y son producidos con uso de agroquímicos«. 

Los productores afirman que hay mucho desconocimiento acerca del potencial que tienen las producciones agroecológicas, tanto en los rendimientos como con respecto a todos los otros beneficios para la salud de las personas y de los suelos. “El uso de agroquímicos responde a un modelo cortoplacista que contempla más la cantidad y rentabilidad económica que la calidad nutricional y la sostenibilidad, mientras que el camino de la agroecología implica un cambio de mentalidad, darnos cuenta de que somos lo que comemos y cosechamos lo que sembramos. Si no cuidamos el suelo, el aire y el agua, ya vemos las consecuencias: enfermedades, desertificación, calentamiento global y pobreza”, explican.

La consigna es «de la chacra a la mesa». Foto: MdV.

«Lo importante es que cada persona se tome el tiempo para pensar cómo y dónde queremos vivir. Y no sólo a futuro… ¡hoy! Hemos llegado a un punto en que no sólo está bien cuidar el agua y la tierra, sino que necesitamos ir un paso atrás y remediar el daño que ya existe: hay que regenerar el suelo, limpiar el agua, recuperar los bosques. Por eso, en estos momentos es clave que se trabaje con agroecología, que siempre busca fortalecer, regenerar y equilibrar la vida«, concluyen.