Por Rodolfo Colángelo ([email protected])
El líder del Frente Renovador, Sergio Massa finalmente se tomó un café con Alberto Fernández y decidió integrar una coalición de partidos, entre ellos el PJ y Unidad Ciudadana, para disputar las elecciones presidenciales de octubre bajo el nombre de Todos.
Por su parte, Mauricio Macri y Roberto Lavagna buscarán disputar el voto peronista conservador, básicamente antikirchnerista, llevando como candidatos a vice al senador peronista Miguel Angel Pichetto y al gobernador de Salta, el también peronista Juan Manuel Urtubey, respectivamente.
El frente Todos –antes Frente Patriótico-, deberá definir los lugares en la lista y, en ese sentido, se especula con que Massa podría competir en las PASO de agosto con la fórmula Alberto Fernández-Cristina Fernández de Kirchner. O, de lo contrario, encabezar la lista de candidatos a diputados nacionales de la provincia de Buenos Aires y presidir la Cámara baja en caso de ganar las elecciones de octubre.
La posibilidad de competir en las PASO la deslizó el propio Massa tras finalizar la reunión con Alberto Fernández.
Se espera que esto se defina en las próximas horas ya que la inscripción de las candidaturas cierra el 22 de junio.
Las arduas negociaciones entre el PJ y los renovadores de Massa quedaron selladas en las oficinas de Alberto Fernández donde “tomamos un café”, según relató el precandidato presidencial de Todos.
Peronistas en todas las alianzas
Macri sumó a Pichetto en el frente que ahora se llama Juntos por el Cambio con la intención de consolidar el voto duro macrista. Pero también para atraer a los electores peronistas que rechazan a Cristina, esto es, el voto peronista conservador.
Pichetto manifestó su adhesión a la línea política del gobierno, a pesar de que en los últimos meses la había criticado duramente. Hasta llegó a decir que Macri, al finalizar su mandato tendría que concurrir a Comodoro Py.
El senador es partidario de la mano dura en materia de seguridad, quiere poner límites a los inmigrantes, está a favor de la reforma previsional y del alineamiento con los Estados Unidos.

En tanto, Roberto Lavagna sumó a Juan Manuel Urtubey cuando en realidad pretendía llevar como compañero de fórmula al neurocientífico Facundo Manes. Al enterarse de la candidatura de Pichetto, cambió radicalmente de posición y decidió acudir a la conexión con el peronismo en un intento de romper con la polarización electoral instalada. Una difícil tarea, por no decir titánica, aunque deja al descubierto que el peronismo puede repartir candidatos a izquierda y derecha y cubrir todos los espacios. El espacio de Lavagna cambió su nombre por Consenso 2030.
“Sin Macri y sin Cristina”, proclamó Urtubey, tratando de reflotar la tercera vía, mientras que Pichetto exclamó “democracia o autoritarismo populista”. Por su parte Alberto Fernández escribió en su cuenta de Twitter “el camino es entre todas y todos” y Massa remarcó que“esto es una coalición de partidos para que la Argentina se ponga de pie dirimiendo los liderazgos de forma democrática”.
A los radicales nada
El radicalismo fue la fuerza más golpeada en este cruce de alianzas y candidaturas. Después de votar en su Convención Nacional continuar en Cambiemos, vieron desvanecer su intención de colocar a un radical como candidato a vice de Macri. Pero también tuvieron la mala noticia de que no sería Mario Negri presidente de la Cámara de Diputados, sino Cristian Ritondo, en caso de ganar los comicios presidenciales.
Esto trascendió tras un encuentro en la quinta de Olivos entre el jefe de Gabinete Marcos Peña, con María Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta y los radicales Gerardo Morales, Alfredo Cornejo, entre otros, a la que asistieron por unos minutos Macri y Pichetto.
Los radicales rebeldes que apoyan a Lavagna se expresaron por boca del presidente de la Convención Nacional, Jorge Sappia, quien manifestó: “Vamos a construir un núcleo opositor dentro de la UCR contra el gobierno. No creo que el votante radical elija a un candidato peronista”, en clara alusión a Pichetto.
Sappia no mencionó si los rebeldes se encolumnarán con Lavagna porque también lleva como candidato a vicepresidente a un peronista.
Los radicales conservarán a Daniel Salvador como candidato a vice de Vidal en la provincia de Buenos Aires. Y tendrían a Martín Lousteau encabezando la lista de postulantes a senador nacional por la Capital, quien de esta manera no enfrentaría a Larreta, quien buscará ser reelegido como jefe del gobierno porteño.
La izquierda unida
Por último, la izquierda rompió de alguna manera su tradición divisionista, ya que el Frente de Izquierda y los Trabajadores (PTS, PO, Izquierda Socialista), acordó un frente con el Movimiento Socialista de los Trabajadores. Aunque estaba en duda si se sumaría el Nuevo MAS que pedía internas. El FIT-MST consagra la fórmula presidencial Nicolás del Caño-Romina del Plá, y no será de la partida Autodeterminación y Libertad, agrupación de Luis Zamora.