
Por Sergio Omar Rodríguez.
Abogado Laboralista, docente y escritor
El pasado jueves 16 de febrero de 2023, la titular de ANSES, Fernanda Raverta, junto al actual ministro de economía Sergio Massa, nuevamente volvieron a conformar este «dúo político dinámico» que muestra un tinte de avidez en la gestión de políticas públicas.

En esta oportunidad anunciaron un cambio que mejora de manera indirecta los ingresos de cerca de 600.000 trabajadores en relación de dependencia, a través de lo que se conoce como Asignaciones Familiares (SUAF).
Es que conforme lo anunciaron los representantes del Poder Ejecutivo, a partir de marzo 2023 habrá un significativo aumento del tope de acceso al beneficio, que pasó de ser para ingresos de hasta 158.000 pesos a ingresos de hasta 404.000 pesos.
Esto se debe a que, a partir de ahora, el tope de acceso al beneficio de parte de los trabajadores, será coincidente con el tope del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias.
De esta manera, cerca de 900.000 niños, niñas y adolescentes hasta los 18 años, accedieron al beneficio a través de los progenitores, que se encuentran trabajando activamente.
Esto sin lugar a dudas, en pleno año electoral, es una mejora indirecta del poder adquisitivo de las familias, y representa una buena noticia para los sectores asalariados en medio de un contexto inflacionario galopante.
¿Será suficiente esta medida? Posiblemente no. Pero de cierto es que entre tenerla y no tenerla, siempre es preferible contar con ella.
Ahora bien, el próximo desafío que tienen los trabajadores asalariados serán las paritarias de cada sector, para lo cual importará la actualización de cada sector de los salarios en relación a la inflación que se proyectará durante 2023.
Si bien el Gobierno tiene expectativas de alcanzar un tope del 60 % para negociar, lo cierto es que la inflación de enero ya se ubicó en el 6%, lo cual es bastante elevado.
El tiempo dirá qué sucede con la inflación y los salarios en la República Argentina.