Por Federico Esteban ([email protected])
El fútbol argentino se encuentra en un proceso de cambios profundos. Tras el fallecimiento del padre del sistema, Julio Humberto Grondona, y la reacomodación de posiciones en su interior, nuevos dirigentes comienzan a surgir e ingresan con fuerza en los clubes.
Uno de ellos es Juan Bianchi, de 25 años, que en enero de 2021 se convirtió en el titular más joven de una institución deportiva de fútbol en el país cuando asumió como presidente de Flandria, club ubicado en la localidad bonaerense de Jáuregui, cerca de Luján, al que apodan ‘el canario’ por el color amarillo de su camiseta.

A punto de culminar la carrera de Comunicación Social en la Universidad de Buenos Aires (le restan rendir dos exámenes finales además de presentar la tesina), y a dos meses de haber asumido un gran desafío después de trabajar en el departamento de Prensa de Flandria, equipo que milita en la B Metropolitana del fútbol argentino, Juan Bianchi dialoga con El Café Diario.
¿Cómo llega a la presidencia de Flandria?
Desde 2018 venía participando en la Comisión Directiva. Arranqué primero abocado al área de Comunicación y después, un poco más interiorizado en la parte de fútbol amateur, en las divisiones inferiores, fútbol senior, fútbol femenino y escuelitas formativas. En 2020, en medio de la pandemia y con un poco más de tiempo, fuimos armando un grupo de trabajo paralelo a la Comisión Directiva. Y en agosto, Fabián Poli, el entonces presidente de Flandria, anunció que no iba a seguir en su función. Este grupo de trabajo, entonces, me propuso el cargo.
¿Le costó tomar la decisión?
En un primer momento, obviamente por mi edad y por las responsabilidades que uno tiene más allá del club, lo tuve que pensar. Pero se fue armando un lindo grupo en la Comisión Directiva que acompañaba las ideas y los proyectos que tenía. En noviembre de 2020 me decidí a ser presidente.

A diferencia de otros clubes, ¿en Flandria no hay elecciones?
En Flandria nunca hubo elecciones porque siempre hay una lista única. Sí en la asamblea se hace una convocatoria de socios y se coordina una votación para ver si existe unanimidad o no respecto a la lista. Los socios siempre acompañan. De hecho, recibí muchos mensajes de apoyo de la gente de Flandria. Nos conocemos entre todos, es un ambiente muy familiar.
¿Por qué cree que la Comisión Directiva y la gente allegada al club le eligió para el cargo?
En primer lugar, supongo que por un tema de pertenencia. Yo estoy en el club desde muy chico, tengo una familia vinculada a la institución desde hace varias generaciones. Además, jugué en el club desde los 6 hasta los 18 años. Después estuve a cargo del Departamento de Prensa. Es decir, hace 20 años que Flandria es mi segunda casa. Creo que ha tenido que ver el proceso de renovación de los dirigentes, la necesidad de incluir gente nueva. Conmigo se involucraron muchos chicos y chicas de mi edad que aportaban desde afuera y ahora son parte de la Comisión Directiva. Son todas personas que siempre ayudaron pero que no se querían involucrar en la lista porque quizá ya había nombres estables.
El rol social del club
¿Cuáles son las ideas base que guiarán su gestión en Flandria?
Sabemos que el fútbol profesional es lo más importante para la gente y lo que mayor movimiento genera en la ciudad. Entonces, sin descuidar esta parte, queremos darle importancia al rol social que cumple Flandria en Jáuregui, que es un pueblo chico.
¿Con qué actividades?
Apuntamos a reforzar las actividades que se realizan en el club, a darle más vida social, a mejorar el edificio donde se practica el 90 por ciento de las actividades y a brindarle al socio el lugar que se merece. También queremos fortalecer el lugar que tienen los chicos de las divisiones inferiores para que puedan ocupar el plantel de primera en pocos años. Hay un trabajo que busca incluir al resto de las actividades. Más allá de lo que es el fútbol, apuntamos a reforzar la identidad que tiene Flandria en el pueblo.
¿Cuánto interactúa el club con la comunidad?
El club cumple un rol social fundamental: el año pasado lo vimos con la pandemia, generando ollas populares y movidas solidarias. Es decir, el club cumple una función muy importante en el pueblo porque Flandria, más allá que es un equipo de la B Metropolitana y que no está tan lejos de la Capital Federal, mantiene la impronta de club de barrio y de familia.
¿En qué situación deportiva y financiera se encuentra el club en la actualidad?
Flandria siempre se caracterizó por tener gestiones que priorizan la economía y nosotros vamos por esa línea también. Tenemos un presupuesto. Nunca gastamos más de lo que tenemos porque sino después es muy difícil revertir la situación. Así que económicamente nos encontramos bien. Todos los empleados y los jugadores se encuentran con los pagos al día.

2020, el año de la pandemia
¿Cómo atravesaron 2020, con la pandemia?
El año pasado sí fue muy complicado, pero con el apoyo de la AFA y del Gobierno Nacional, con los distintos programas de ayuda, pudimos afrontar la situación de la mejor manera posible. Por suerte no nos costó tanto como sí le pasó a mucha gente. Por ejemplo, el año pasado los empleados cobraron el cien por ciento de sus salarios en tiempo y forma. Con los jugadores pasó lo mismo y se respetaron los contratos.
¿Cómo se manejaron con el fútbol profesional?
Pudimos armar un equipo competitivo. En estas primeras cuatro fechas de 2021 estamos invictos: ganamos tres partidos y empatamos uno. Estamos punteros de la categoría. Además, se mantuvo a gran parte del plantel del año pasado y se hicieron las cinco incorporaciones en puestos puntuales que pidió el cuerpo técnico para tratar de cumplir el objetivo de jugar un reducido y subir de categoría.
¿Cuál es su opinión del fútbol argentino respecto al recambio generacional de dirigentes?
En el fútbol argentino se está produciendo una apertura a nuevas generaciones y a la formación de nuevos dirigentes deportivos. Lo vemos en nuestra categoría. Está Tomás Costa, el presidente de Colegiales, que también es muy joven. En la Primera C está Javier Méndez Cartier, el presidente de Excursionistas, que incluso es presidente de la Mesa de la Divisional. Hay una apertura desde la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), tanto social como cultural para las nuevas generaciones, que está muy buena. Esto es más que bienvenido, porque está demostrado que combinar experiencia con nuevas ideas y proyectos, ayuda.
¿Cuál es la situación del ascenso en general?
En nuestra categoría estamos contentos del apoyo que recibimos constantemente de AFA, con la gestión del presidente Claudio ‘Chiqui’ Tapia. Vamos por buen camino, sobre todo porque actualmente se tiene en cuenta a los clubes del ascenso. A su vez, es importante que la cabeza de la AFA tenga pasado en un club del ascenso porque conoce bien la situación de cada entidad y a nosotros nos viene muy bien.
Siendo estudiante avanzado de Comunicación Social, ¿cómo se imagina más adelante, vinculado a la gestión deportiva o asumiendo nuevos retos en otras áreas?
Hoy en lo único que pienso es en la gestión en Flandria. Obviamente a uno le encantaría ir avanzando poco a poco, ganándose un lugar para representar de la mejor manera al club. No miro más allá de eso. El amor incondicional que uno tiene por la entidad no lo cambio por nada. Respecto a mi gusto por la comunicación, considero muy valedera la experiencia que tuve en el Departamento de Prensa de la institución, porque fueron mis primeros pasos en este área. Hoy, al margen de mi función como presidente, estoy pendiente de las redes sociales y del manejo comunicacional que se tiene del club, así que estoy al tanto de todo.
¿Tiene algún club como modelo de gestión?
Uno siempre mira y apunta a clubes de Primera en cuanto a la conducción. Una de las cosas en las que más me quiero centrar es en darle lugar a los chicos de las divisiones inferiores y potenciarlos. Miro el trabajo que se ha hecho en Vélez o en Lanús. En Flandria hay muchísimo material y nosotros, desde arriba, tenemos que brindar las herramientas para fortalecer el modelo de club que queremos instalar. Es fundamental potenciar a las divisiones inferiores y que, en el futuro, buena parte del plantel esté conformado por chicos de la zona.
¿Qué representa Flandria para usted?
Es una de las cosas más importantes de mi vida. El desafío de ser su presidente tan joven es una de las responsabilidades más grandes que me ha tocado vivir. Es una experiencia que me gusta mucho pero que también implica mucho esfuerzo, mucho sacrificio, porque uno le dedica muchas horas por semana al club. Flandria es mi segunda casa desde chico así que ojalá, desde mi parte, pueda devolverle un poco de todo lo que me dio en cuanto a formación y por los amigos que me brindó. Muchas cosas de las que hoy tengo, sin lugar a dudas, se las debo al club.