Por Omar Millalonco ([email protected])
Ejercer una comunicación política responsable nace a partir de la necesidad de definir la comunicación de gobierno, la comunicación en tiempos electorales y la manera de informar la gestión de los Ejecutivos nacionales, provinciales y municipales; y también, de combatir la toxicidad que inoculan medios que dicen apostar por «el periodismo de guerra» en aras de que prevalezcan los intereses de las empresas que los financian.
Referentes y estudiosos analizan ese proceso en el que se comunica a otros niveles, se construyen candidatos y se difunde la gestión pública. Un entramado del que forman parte también las nuevas tecnologías.

Si un dirigente, candidato o funcionario acepta ir a programas de televisión «entra en una regla de juego donde pierde totalmente el control sobre cómo se va a visibilizar su cuerpo y discurso”, explica Luís Alberto Quevedo, sociólogo para quien los medios de comunicación son en la actualidad «fuertes actores de la política, defensores de grupos empresariales».
La mediatización de la política
Quevedo dirige el Posgrado en Comunicación Política en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), y asegura que «con la mediatización de la política, el candidato no sólo es juzgado por los rasgos políticos sino también por rasgos de confiabilidad que tienen que ver más con su personalidad». Ese es el terreno al que se orienta la comunicación política.
«En los últimos años, algunos partidos decidieron primero apostar a una persona conocida y después transformarla en candidato», concluye el académico.
La acción de los integrantes de los gobiernos municipales, provinciales y nacionales es atravesada y direccionada por esta rama comunicacional.
Para Mario Riorda, politólogo, investigador y director de la Maestría en Comunicación Política de la Escuela de Posgrados en Comunicación de la Universidad Austral, existe un pilar fundamental a la hora de gestionar, y eso no sólo se traduce a la vinculación que los gobiernos deben tener con los ciudadanos de una nación, de un gobierno provincial o de una administración municipal. La forma como se dan a conocer los planes y logros es esencial.

«Los gobiernos son conscientes de la importancia de saber comunicar sus iniciativas. Para ellos, la comunicación es también uno de los soportes principales de su legitimidad», destaca Riorda.
Redes y Juventud, un nuevo enfoque
El aparato de comunicación que sostienen intereses diversos y los cuadros políticos, ejercen mucha presencia. Las nuevas tecnologías se han erigido en parte fundamental de ese universo y se libra en ellas un pulso constante que tiene la intención de vincular cada vez más a las, los y les jóvenes.
La juventud acepta la inmersión activa que se le propone desde hace dos décadas y se asume como un contingente con un rol preponderante en la escena pública. La conformación de oenegés, sindicatos, agrupaciones estudiantiles, organizaciones políticas, movimientos sociales, activismo ambiental y una importante manera de contribuir socialmente a los voluntariados, marcan ese crecimiento y esa injerencia en los temas trascendentes.
Para Jeremías Mules, joven asesor en Comunicación Política, la juventud va a tener un rol de máxima relevancia en el contexto que se aproxima.
«Si hablamos de los jóvenes y la tecnología, hay muchísimas herramientas, aplicaciones y por supuesto redes sociales, que impulsan la evoluciçon de la comunicación política”, indica Mules en diálogo con El Café Diario.

«Tik tok es una red que está para explorarse y puede tener un carácter central en el ámbito político. Hoy tenemos un gran debate en Estados Unidos en relación a la seguridad nacional, porque depende de China, pero por el momento se utiliza mucho vinculada al entretenimiento y mayormente en cuestiones muy banales; esto puede cambiar muy pronto”, asegura el comunicador político.
Mules señala que quizá sea positivo no pensar tanto el combo «juventud y redes sociales como en un nuevo enfoque en el que se utilicen las emociones para hacer propaganda por un político”, sino como una plataforma «para pensar la comunicación política como un servicio a la comunidad, ese es el debate”»
«Después de la pandemia, esto que hablamos va a ser central para reestructurar a la sociedad; no será una posguerra, pero va a ser una sociedad muy frágil”, subraya.
Hacia una comunicación política eficaz
Jeremías Mules, asesor de la presidencia del Concejo Deliberante de La Plata, expresa que la pandemia obligó a cambiar la comunicación política: «primero fue comunicar el riesgo, una estrategia pensada más en la concientización, porque se utilizó también el miedo para alertar a la población,y después se pasó a comunicar la crisis, que es la que tenemos hoy, sostenida en las instituciones y voces oficiales».
Sostiene además que “debe haber una comunicación más efectiva y crítica. Que se imponga a la convulsión que originan la pandemia, la infodemia, la explosión de información y las redes sociales. La sobre información, en resumidas cuentas”.
«De alguna forma, lo que pasa con la pandemia es que se vuelve a prestar atención a los canales oficiales y a los gobernantes”, asume Mules, y añade: «el desafío se presentará cuando pase todo esto y se renueve el combate contra la desinformación que proponen las redes sociales y algunos medios de prensa”.