Por Silvina Ghiselli ([email protected])
Matthieu Pierre Boullay es un artista y performer drag francés, cuya historia transcurría hasta no hace mucho en Argentina, lugar que lo cautivó, entre otras cosas, por la inclusión y respeto que recibió como varón transgénero. Aquí también consiguió oportunidades para exponer sus pinturas y para realizar sus primeras performances como dragqueen.
Su vida fue complicada desde la niñez y a veces lo sigue siendo en la actualidad, pero a través de sus viajes por el mundo y su arte, luchó y lucha por seguir adelante para seguir construyendo una vida libre, feliz y digna de ser vivida.
Primeros años

Esta historia comenzó a mediados de 1980. «Nací en Francia en los años 80 y la pase muy mal toda mi infancia y mi adolescencia como consecuencia de mi transexualidad. Eso me marcó y a su vez marcó mi obra cuando comencé a producir. No había respuesta a mis interrogaciones ni solución a mi problema, salvo la patologización implacable y las mutilaciones forzadas (que mi país siguió ejerciendo hasta 2017, sólo deteniéndose al recibir una condena de la Corte Europea de los DDHH).»
«Yo no quería nada de eso para mí y siempre supe que terminaría siendo muy infeliz si seguía la corriente a esa sociedad que intentaba decidir por encima de mi sentir.»
¿Y cómo llegó a Argentina?
¡Suelo decir que llegue por casualidad y que me quede por amor! La casualidad y el amor son dos factores muy importantes en mi vida. Si bien había empezado a viajar con frecuencia desde los 22 años, no fue hasta los 26 que decidí largarme definitivamente. La idea era irme lejos, sin importar dónde; de pronto veo una oferta en un vuelo a Buenos Aires y lo compré sin pensarlo, por pura casualidad.

¿Recuerda los primeros momentos?
Sí, eran las últimas semanas de 2011, en la Argentina de Cristina Kirchner. Cinco meses después, se iba a aprobar lo que para mí fue la primera y mejor Ley de Identidad de Género del mundo. Entonces este país me recibió así, con los brazos abiertos haciéndome un mimo al alma que casi quitó todo mi malestar; me salvó la vida, me sanó y me enamoró.
El arte como motor
¿Cómo fue su acercamiento hacia las artes visuales?
No puedo hablar de acercamiento ya que las artes plásticas siempre han sido parte de mi vida. En casa no había tele, y a mis hermanas y yo no nos gustaba el deporte, así que practicábamos música y un montón de actividades manuales. Como mi mamá era maestra de primaria, siempre tenía muchas ideas de actividades artísticas para que hagamos.
De adolescente dibujaba historietas. A los 17 empecé a pintar, expuse y vendí mi primer cuadro a los 18. Más tarde descubrí el mural y me fascinó.

¿Actualmente sigue dibujando y pintando?
Hoy en día sigo alternando entre esas diferentes formas de expresión y de hecho me doy cuenta que en el fondo, el tema principal de mi arte desde hace más de 25 años siempre fue igual: siempre se trató de la belleza incomprendida e incomprensible de la monstruosidad, del límite muy finito entre el rechazo y la fascinación que eso me provoca.
¿Con arte de la performance dragqueen cómo comienza?
Siempre me encantó disfrazarme y vestirme de mujer. Sin embargo, en mi vida de varón trans, descartar la ropa femenina fue la primera expresión visible de la reivindicación de mi identidad. Fue recién a mis 32 años, después de la mastectomía y del tratamiento hormonal, que me fui a vivir con mi mejor amigo. Y fascinado por el programa televisivo RuPaul él me propuso que nos dragueemos. Con mi nuevo cuerpo, en el que me sentía absolutamente cómodo, pude vestirme de mujer sin nada de vergüenza, ya que con el arte del dragqueen está todo muy exacerbado, muy exagerado, muy teatral. Así mi lado femenino dejó de ser un enemigo y eso me brindó mucha paz y mucho más amor hacía mí mismo.

El hoy con amor, conciencia y orgullo
¿Cuándo volvió a Francia?
A finales del año pasado, para tramitar por fin mi cambio de dni acá, ya que en 2016 hubo una modernización de la ley que facilita un poquito el acceso al cambio de mención de sexo en el dni. Para lxs trans franceses es una gran victoria, pero en comparación con Argentina, ¡Francia sigue en la prehistoria! Yo calculaba que, cruzando los dedos, este tramite me llevaría 10 u 11 meses, pero con la cuarentena se va a demorar seguramente un par de meses más.

¿Cómo fue regresar a su tierra natal?
Estoy contento por volver a ver a mi familia. Me duele un poco ver que conseguir vincularte sexoafectivamente cuando sos un varón trans y homosexual en Francia, es directamente misión imposible. Así que volver es también enfrentar a los fantasmas de mi juventud pero a la vez sentir mucho amor y admiración por el hombrecito que fui, que se bancó todo, supo salir y buscar ser feliz.
Por último, algo que pienso todos los días, es que ojalá en algún momento todxs puedan entender con tanta fuerza y claridad como yo hoy el significado y la importancia del Orgullo LGBTI, en Francia, Argentina y el mundo entero.