Fertilidad femenina, una carrera contra el tiempo

Por Luján Gassmann ([email protected])

Edición: Florencia Romeo ([email protected])

El concepto de fertilidad, tanto respecto a la mujer como al varón, es una noción relativamente moderna. Hasta no hace tantos años, una pareja tenía hijos o no los tenía y, eventualmente, los adoptaba. La madre soltera se ocultaba. Padre soltero no había, a lo sumo viudo.

Pero dos hechos cambiaron el paradigma: por un lado, la ciencia avanzó notablemente en relación a los tratamientos de fertilidad; por el otro, muchas mujeres postergan la maternidad por diversos motivos, laborales y profesionales, los más habituales.

Antes que esto, lo que permitió planificar o postergar la maternidad fue el desarrollo de los métodos anticonceptivos.

Los métodos anticonceptivos les permitieron a las mujeres planificar su maternidad.

Fertilidad femenina, con la ciencia a favor

Pero, claro, la demora en la búsqueda de un embarazo reveló una situación desconocida: cuanto más se tarda en empezar a intentarlo, menos chances hay de lograrlo, porque el paso del tiempo conspira contra la fertilidad femenina.

Por otra parte, algunos métodos anticonceptivos pueden ocultar indicadores de insuficiencia ovárica y esto amenaza los planes de embarazo. Es normal, por un lado, que las pastillas anticonceptivas regularicen los ciclos menstruales, pero esto a veces atenta contra la posibilidad de observar cómo es el ciclo natural de ovulación de cada mujer. 

Entonces, las modernas técnicas de fertilización asistida vinieron a cubrir las necesidades de las personas con dificultades para concebir, tanto en mujeres como en varones. Claro que las chances de éxito aumentan en la medida en que se consulta a un especialista para planificar esta nueva etapa, porque cada cuerpo es único y no todos responden de la misma manera.  

Los tratamientos de fertilización asistida muchas veces son la solución
a los problemas de fertilidad, femenina y masculina. Foto: Science Photo Library (Canva).

Cualquier cambio en el ciclo menstrual natural, incluido el mayor espaciamiento entre menstruaciones, llegando a períodos de amenorrea (ausencia de menstruación) y síntomas de la menopausia, como sofocos, palpitaciones, cambios de humor, entre otros, en mujeres menores de 40 años, pueden sugerir insuficiencia ovárica precoz

Por otra parte, una de las posibles causas de insuficiencia ovárica precoz es una mutación en la región del gen FMR1, ubicado en el cromosoma X, llamada «Síndrome del X frágil». Si existe el deseo de lograr un embarazo, existe el riesgo de que el bebé de las mujeres con esta mutación, especialmente si es un varón, nazca con discapacidad intelectual grave, cambios físicos y de comportamiento.    

Planificación familiar, la mejor opción

Por ello, si una mujer decide planificar su maternidad, es aconsejable que consulte a un especialista para realizar los estudios de rigor que puedan alertar sobre potenciales problemas y tomar las medidas adecuadas para cada caso

Consultado al respecto, el doctor Ciro Martinhago, especialista en genética reproductiva de Dasa, para una preservación adecuada de la fertilidad sugiere:   

  1. Que las mujeres que utilizan anticonceptivos hagan descansos de 2 o 3 meses, cada 2 o 3 años, para realizar las observaciones y dosis hormonales necesarias. El uso frecuente de anticonceptivos a lo largo de los años evita que las mujeres identifiquen cambios en el ciclo menstrual y una posible insuficiencia ovárica precoz. 
  2. Realizarse cada 2 o 3 años una ecografía transvaginal para contar folículos antrales, dosis de FSH, LH y especialmente la hormona antimülleriana. 
  3. En caso de que se identifique algún factor de infertilidad, se recomienda a las mujeres que aún tienen algunos ciclos ovulatorios que busquen el embarazo de inmediato, ya sea en un ciclo espontáneo, medicado o por fecundación in vitro, con la guía de un médico especializado. 
  4. Si no es posible un embarazo inmediato, se recomienda a estas mujeres que guarden  óvulos para uso futuro. Si ya no es posible obtener óvulos de los ovarios, la opción es apelar a la donación de óvulos.

Por su parte, la doctora Florencia Feler, ginecóloga y obstetra, recomienda que «en caso de querer ser madre a una edad más adulta, el tratamiento para guardar óvulos fértiles, debería ser antes de los 35 años». Además recuerda que «en nuestro país es un tratamiento medianamente costoso que, por ahora, no cubren las obras sociales, ni las prepagas», a diferencia de los tratamientos de fertilización asistida.