Por Pablo Kulcar ([email protected])
Fernando Galarraga, Secretario de Discapacidad de la CTA Autónoma de Capital Federal y secretario ejecutivo de la Unión Latinoamericana de Ciegos, alertó en el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, sobre la crisis que atraviesa este sector de la población, que en la República Argentina son nada menos que 5 millones de personas: «la situación se profundizó producto de los recortes en los programas del sector y por el abandono en torno a las políticas públicas que debían protegerlos. El vínculo del gobierno saliente con los trabajadores discapacitados se resume en tres conceptos: retroceso, estigmatización y vulneración de derechos. El macrismo deja un 70% de desocupados entre las personas discapacitadas”.
En un contexto de cambio de signo político, el gobierno entrante deberá trabajar en la restitución de las pensiones por discapacidad, así como también en la puesta en funciones del programa Incluir Salud.
Galarraga es uno de los principales impulsores y uno de los nombres que suenan para ocupar el cargo de una secretaría de Estado dirigida a personas con discapacidad que se ocupe no sólo de resolver problemáticas coyunturales, sino también de políticas de mediano y largo plazo orientadas a la ampliación de derechos.

En ese sentido, Galarraga dijo que “en el campo laboral se deberán implementar medidas concretas para garantizar el cupo del 4 por ciento de trabajadores con discapacidad en el Estado Nacional, algo que hoy no sucede. La discapacidad es una realidad transversal a todos los órdenes de la vida y a las políticas sociales de cualquier área de gobierno”.
Periodista además de docente de nivel terciario en Accesibilidad Audiovisual, y conferencista nacional e internacional sobre la temática de Derechos Humanos de personas con discapacidad, desde 2001 Galarraga ha desempeñado distintos roles de gran protagonismo en la Unión Latinoamericana de Ciegos (ULAC). Fue secretario general, primer vicepresidente y responsable de áreas técnicas orientadas a jóvenes y a las tecnologías de acceso a la información. Actualmente se desempeña como secretario ejecutivo de la entidad.
También es referente del Área de Discapacidad de la Asociación de Trabajadores del Estado – ATE Capital, uno de los espacios más relevantes de resistencia al macrismo en cuanto a la vulneración de los derechos de las personas con capacidades diferentes. Y sería la persona elegida para representar la función del Estado, con Alberto Fernández como presidente, en lo que a discapacidad ciudadana se refiere.
Fomentar una mayor integración
El Día Internacional de las Personas con Discapacidad se festeja el 3 de diciembre desde 1992, cuando fue proclamado por la Asamblea General de Naciones Unidas.
El objetivo de este día es fomentar una mayor integración en la sociedad de las personas con discapacidades. Argentina lo incorporó a su calendario en octubre del año 2000 (Ley 25.346), a fin de promover conductas responsables y solidarias sobre los derechos de todas las personas con discapacidad.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que en países en vías de desarrollo, el 10 por ciento de la población tiene algún grado de discapacidad. Y se calcula que en el mundo, mil millones de personas viven con discapacidad y enfrentan muchas barreras como consecuencia de ello, no disfrutan del acceso en áreas como el transporte, el empleo, la educación y la vida política y social.
Discapacidad, deficiencia y minusvalía
Dentro de la experiencia de la salud, una discapacidad es toda restricción o ausencia (debida a una deficiencia) de la capacidad de realizar una actividad en la forma o dentro del margen que se considera normal para un ser humano. A menudo suele referirse a la discapacidad como deficiencia o minusvalía. Sin embargo existe diferencia entre estos términos
Una deficiencia es toda pérdida o anormalidad de función psicológica, fisiológica o anatómica. Esta definición hace referencia a las anormalidades de la estructura corporal y de la apariencia, y a la función de un órgano o sistema, cualquiera que sea su causa.
Una minusvalía es una situación desventajosa para un individuo determinado, consecuencia de una deficiencia o de una discapacidad, que limita o impide el desempeño de un rol que es normal en su caso (en función de su edad, sexo y factores sociales y culturales).
La minusvalía no sólo se produce por la desventaja que tiene una persona, a la hora de cumplir un rol o llevar a cabo una acción. También se produce por la respuesta de la sociedad hacia la situación de dicha persona y esta responde de distinta manera según las deficiencias sean visibles o invisibles y las desventajas graves o ligeras.