Dra. Feler: «En pandemia aumentaron los problemas sexuales»

Por Luján Gassmann ([email protected])

Edición audiovisual: Gabriela Composto ([email protected])

Edición: Florencia Romeo ([email protected])

Entrevista de Luján Gassmann a la Dra. María Florencia Feler.

La Dra. María Florencia Feler, ginecóloga y obstetra, es contundente ante la consulta de El Café Diario: «Durante la pandemia aumentaron los problemas sexuales y el motivo de consulta más frecuente fue la falta de deseo de las parejas». Otro efecto no deseado de la pandemia del Covid 19, que aún está lejos de finalizar.

Lo cierto es que las actividades y los compromisos fuera de casa permitían mantener cierta rutina. Pero el confinamiento obligatorio afectó todos esos asuntos y lo que en principio fue un momento de encuentro y conexión, para varios se terminó convirtiendo en una situación asfixiante y molesta.

Inicialmente, estar encerrados en casa permitió bajar el ritmo, conectar con nuevas actividades y dedicar más tiempo a los momentos íntimos. Sin embargo, a medida que la pandemia avanzaba, muchas parejas vieron debilitar sus vínculos y el deseo sexual.

La pandemia y la cuarentena pusieron a prueba a las parejas, sexualidad incluida.

Entrevistada por El Café Diario, la Dra. Feler (M.N. 100.640) profundizó sobre el tema.

¿Aumentaron los problemas sexuales en pandemia? ¿Cuáles son las consultas más frecuentes?

Durante la pandemia se incrementaron los problemas sexuales y el motivo de consulta más frecuente de las parejas fue la falta de deseo.

¿Fueron más consultas de parejas jóvenes o mayores?

Las consultas, mayoritariamente, fueron realizadas por parejas más jóvenes, entre 25 y 60 años. Se trata de personas con actividades laborales fuera de sus domicilios que, repentina y bruscamente, se encontraron conviviendo las 24 horas juntos y compartiendo cosas que habitualmente no hacían.

¿Y los mayores?

Con respecto a las parejas mayores, de más de 60 años, les cuesta más hacer una consulta, pero también el contexto de cuarentena los afectó menos, ya que estas parejas no alteraron tanto la rutina y además tenía más tiempos de convivencia y compartían más tiempo durante el día, por lo tanto, las consultas fueron mayoritariamente de parejas jóvenes que sí vieron cómo se modificaba totalmente su contexto.

La pandemia alteró la vida diaria

¿En qué variaron las relaciones?

Estas rutinas, modificadas muy bruscamente, hicieron que por ejemplo las oficinas empezaran a funcionar en los livings de la casa o arriba de la mesa de la cocina, uno trabajaba en una punta de la mesa y el otro trabajaba en la otra punta. En el caso de tener hijos, todas las actividades se daban en simultáneo, en la misma casa, y todo esto generó una dificultad, que trajo asperezas en la pareja y falta de deseo sexual, porque no estaban acostumbradas a funcionar así.

La convivencia forzada al primero funcionó, pero luego dejó expuestos otros problemas.

La convivencia permanente en lugar de favorecer la intimidad, se volvió en contra.

El hecho de tener actividades fuera de sus casas que eran parte de sus rutinas incrementaba el deseo de encontrarse con el otro, de contarse lo que sucedió en la jornada en sus actividades, así como relacionarse con otros, extrañarse, lo cual genera deseo. Todo esto se vio interrumpido por el contexto de pandemia.

Además de que lo doméstico ganó protagonismo.

Claro, a esto se sumaron las actividades cotidianas, como preparar las comidas para todos los integrantes de la familia y encontrarse para hacer las 4 comidas juntos. Estas no eran las rutinas a las que la mayoría de las parejas estaban acostumbradas, hacer todos los quehaceres domésticos, etcétera.

¿Hay diferencias entre parejas heterosexuales u homosexuales o fue indistinto?

La gran mayoría de las consultas, por lo menos en mi actividad profesional, tuvo que ver con parejas heterosexuales. Al ser ginecóloga muchas de las consultas sucedieron inicialmente en este contexto, lo cual habla de una necesidad y mayor apertura de diálogos, es una nueva realidad sexual para las parejas.

Feler: «Hay que hablar el tema con la pareja»

¿Cómo se puede mantener esa “llama” encendida? 

Siempre que suceden estas situaciones lo que recomiendo es ir hacia lo creativo, lo distinto. Cortar justamente con la rutina. En principio hay que hablar el tema con la pareja, conversarlo y conociendo al otro tratar de generar lo que al otro le gusta, lo que al otro lo va a sorprender y lo que a nosotros mismo nos interesa.

¿Cuál es su recomendación profesional?

La propuesta sería jugar con el estímulo de todos los sentidos, empezar a utilizar lo que a la pareja le genere placer, lo que más les divierte o los entusiasma. Es bueno recurrir a juegos, disfraces, juguetes sexuales. Generar aromas seductores, que la pareja disfrute momentos de baño juntos, así como momentos de lectura, la literatura erótica nos ayuda a estimularnos sexualmente, así como con películas, aquellas cosas que les genere erotismo pueden sumar a la vida sexual de la pareja. Acá vale una aclaración importante, no es necesario caer en la pornografía sino guiarse por los deseos y las necesidades de cada pareja.

Dra. Feler: «La vida sexual activa siempre es beneficiosa para la pareja en general, más allá del sexo».

¿Por qué es importante mantener una vida sexual activa más allá de los años?

La vida sexual activa siempre es beneficiosa para la pareja en general, más allá del sexo, porque este aspecto habla también de que el vínculo con el otro es distinto al que se puede tener con otras personas, ya que el encuentro sexual nos diferencia, es lo que enriquece y fortifica y hace que perdure la relación, ese vínculo que es diferente a otros vínculos que uno puede tener o generar.

¿Por qué es importante la vida sexual?

Porque nos comunica con el placer,  con la unión, con el hecho compartir con el otro, con el compañerismo y el respeto, todos hábitos que como sociedad estamos perdiendo. Las parejas que lograron íntimamente conservarlos seguramente puedan trasladarlos a otros aspectos de sus vidas y así lograr una sociedad feliz.