Dr. Marantz: «Necesitamos que el Plan Sumar, antes Nacer, incluya a los fetos»

Por Roberto Martínez ([email protected])

El Doctor Pablo Marantz (M.N. 54.461) es el director de la Fundación Hospitalaria y es Jefe de Cardiología del Hospital Italiano. Junto a su equipo, realizó el 18 de diciembre una cirugía de alta complejidad en el corazón a un feto de 32 semanas en el vientre de su madre para resolver la cardiopatía que tenía, y el éxito de la intervención, tras la que el 30 de enero a las 23.50 hs nació Isabella, dio la vuelta al mundo.

«En el planeta sólo hay 15 o 20 lugares que hacen esta operación y en Argentina somos los únicos», dice Marantz en diálogo con El Café Diario. «Decidimos realizar una nueva valvuloplastia por cateterismo para abrir un poco más la válvula aórtica y se realizó con éxito el viernes 5 de febrero. El bebé está muy bien con muy buena función cardiaca y con su ventrículo izquierdo conservado que era nuestro objetivo», agrega. Este jueves 11 de febrero Isabella, que ya se alimenta normalmemnte y crece bien, recibió el alta médíco y vuelve con su familia a Rosario. Hablar de hazaña no es exagerar.

El equipo del Dr. Pablo Marantz, durante la intervención a Isabella.

La aventura de salvar vidas

¿Cuánto dura una operación así y en qué aspecto radica la mayor dificultad para llevarla a cabo?

No es una cirugía que dure tanto, pero se puede hacer en muy pocas patologías. Lo más frecuente es en las cardiopatías congénitas de corazón. El aspecto más problemático de la cirugía es colocar el bebé en posición, que mire hacia nosotros. El procedimiento son quince minutos o veinte, pero dar vuelta a la critura puede demandar una hora de maniobras.

Se intuye un riesgo muy alto en el proceso.

Lo hay. Si no se detecta la cardiopatía, el bebé nace con hipoplasia del ventrículo izquierdo, es decir con un ventrículo único. En estas condiciones, el músculo cardíaco no puede desarrollarse correctamente y acaba perdiendo la capacidad de bombear sangre. Ponemos una aguja especial, la llevamos a través del vientre materno al ventrículo izquierdo y acercamos el catéter.

Hay que inflar la aorta con alta precisión y liberar el tránsito de la sangre. La arteria se vuelve a engrosar y hay que tratarla con sumo detalle para que el chico o la chica puedan vivir bien. En una intervención como esta existe la posibilidad de que el ventrículo desaparezca y eso puede traer problemas graves. Hay un porcentaje alto de mortalidad. El éxito en la cirugía hace que evitemos tres operaciones posteriores.

¿Qué importancia tiene la rapidez de descubrir algo así a tiempo?

El diagnóstico es clave. Comprobar que haya una cardiopatía es esencial. Tengo discípulos en todo el país que me derivan pacientes para poder hacer esto, por eso la red la tenemos y trabajamos en equipo.

Estadísticas de una hazaña

¿Cuál es la estadística de supervivencia tras este tipo de intervención tan compleja?

Detectamos entre el 50 y 70% de las cardiopatías de este tipo en el país, y el 5% de los recién nacidos sobrevive. Cuando nos llega la información a tiempo y el caso nos ocupa a nosotros, no se nos escapa ninguno. Pero qué pasa: se necesita una derivación rápida del paciente.

La primera operación de este tipo que lideró el Dr. Marantz, quien antes ha trabajado en el Hospital Gutiérrez y 10 años en el Hospital Juan P. Garrahan, se llevó a cabo en 2005. Participan 4 obstetras y 4 cardiólogos (2 manipulan los catéteres e inflan el balón, y 2 revisan las imágenes), así como anestesistas e instrumentadores técnicos.

La operación a Isabella, monitoreada paso a paso.

El cardiólogo fetal confirma el proceso que se llevará a cabo y elige al candidato para el tratamiento. El equipo se forma por obstetras. «Cuando nos toca hacer algo así, lo primero en lo que pensamos tras el diagnóstico es en ayudar», enfatiza Marantz, quien revela que «este año se piensa en cubrir las cirujías de adultos porque tenemos más cardiopatías de adultos que de chicos».

¿Qué cosas se le pasan por la cabeza cuando entran al quirófano para efectuar esta cirugía?

Dentro del quirófano lo más importante es poner onda positiva. En el 30% de los casos no podemos hacerlo porque el bebé no se deja dar vuelta. Ponerlo o ponerla en posición lo hacen los obstetras, pero a veces la criatura no facilita la aversión externa. Luego, la válvula paraaórtica mide 4 milímetros, así que no se puede jugar con la aguja poniéndola y sacándola. Se necesita máxima precisión. Después tiene que nacer, y hay que ver cómo está la válvula.

El diferencial de los médicos argentinos

¿Es caro afrontar esta intervención?

Este paciente no tenía un peso, conseguimos hacerlo y queremos hacerlo otra vez. Además hemos podido hacer todo en un contexto de pandemia, con la dificultad que eso comporta. Me gustaría que todos tuvieran la misma posibilidad. Le pedí a los médicos hacerlo sin cargo porque la familia no tenía cobertura ni dinero.

Además de hacer un milagro, se ha tratado de todo un gesto…

Los médicos argentinos tenemos algo diferente a los demás. La operación implica pocos insumos, pero en los otros lugares del mundo donde se practica nadie la hace gratuitamente. Los médicos en nuestro país somos distintos. Tenemos sensibilidad, empatía, cercanía.

¿Quiénes integran su equipo?

El Dr. Lucas Otaño, Jefe de Medicina Fetal del Hospital Italiano, es quien pone la aguja porque es el experto. El Dr. Horacio Aiello es obstetra y el Dr. José Luis Pibernus es Cardiólogo Hemodinamista. Mercedes Sáenz Tejeira, Sofía Grinenko, Maximiliano Arias, Vitorio Lucini, Miguel Micheli, María Junes, Sol Valese, y las instrumentadoras Romina Iannone e Ingrid Nawrot, forman parte de mi equipo.

Los doctores Marantz y Otaño, antes de introducir el catéter en la operación.

¿Quiere aprovechar el momento para comunicar algo que considere importante respecto a este tipo de intervenciones?

Sí, gracias. El ‘Plan Sumar’ (que primero fue el ‘Plan Nacer’) nació en la presidencia de Néstor Kirchner y se creó pero para los recién nacidos, pero no incluye a los fetos, quienes también son pacientes. Sin entrar en otros temas referidos a la política, se necesita que se haga esta revisión. Después, conseguir los fondos para realizar las operaciones depende del Gobierno Nacional.