Por Lola López Quai ([email protected])
Editado por Bia Viteri ([email protected])
Basta asomarse a la cuenta de Instagram del Doctor José Luis Franganillo, para entender rápidamente que este médico clínico, especialista en nutrición, no sólo está convencido de lo que dice sobre el ayuno intermitente, sino que, además, los resultados por practicar lo que predica se notan en la esbeltez de su cuerpo.
¿De qué se trata el ayuno intermitente?
De una forma de alimentarse que consiste en pasar más horas sin comer que comiendo, por ejemplo: ayunar 16 horas y volver a probar alimentos dentro de las 8 horas restantes del día. Puede sonar difícil, pero en la realidad es mucho más sencillo. Una opción es cenar a las 20:00 horas y volver a comer a las 12:00 horas del día siguiente.

En esta entrevista para El Café Diario, el Dr. Franganillo, (matrícula nacional 85603) explica qué tiene de bueno el ayuno intermitente, cómo realizarlo, e invita a repensar las teorías que proponen comer cada 3 horas.
¿Ya se ha comprobado que el ayuno intermitente tiene beneficio para la salud?
Sí. Está siendo cada vez más estudiado y todo el tiempo hay testimonios de lo bien que hace. Cualquier persona que empieza a implementarlo, rápidamente nota beneficios en su salud y en su cuerpo. Además, no se necesita dinero ni depender de ninguna institución. Es muy simple de hacer.
El ayuno intermitente, ¿acelera el metabolismo o se corre el riesgo de que lo ralentice?
Esto no depende tanto del ayuno intermitente sino de la cantidad de calorías que se consume en la ventana de alimentación, que son las horas donde hemos elegido comer. También de la calidad de lo que se come. Si lo que se come no aporta nutrientes (por ejemplo, si se abusa de las harinas o alimentos refinados), el organismo se pone alerta. Pero, si se come a conciencia, no hay problema.

La fórmula para quemar grasa
Además de quemar grasa tras las 12 horas de ayuno y de la autofagia después de las 16 horas (es decir, cuando el organismo consume sus propios residuos), ¿hay algún otro beneficio?
Más allá de bajar de peso, se va esa permanente sensación de hambre que tanta gente tiene. La persona, entonces, sabe discernir entre el hambre emocional y el hambre real, se conoce, y sabe cuándo simplemente se trata de un antojo. Otro beneficio es que se fortalece el sistema inmune, baja la insulina -que es un gran cofactor de riesgo en muchas enfermedades graves- previene la diabetes tipo 2, mejora el estado de salud de la piel y también la calidad del sueño. Y algo clave: desaparece la ansiedad que no se iba ni con ansiolíticos ni con terapia. Todo el mundo lo dice.
«Baja la insulina, que es un gran cofactor de riesgo en muchas enfermedades graves, previene la diabetes tipo 2, mejora el estado de salud de la piel y la calidad del sueño»
El ayuno prolongado de más horas, ¿también tiene beneficios?
Sí, porque son métodos depurativos. A partir de las 20 horas en nuestro cuerpo se forman nuevas células madre, y así se retrasa el proceso de envejecimiento. Esta es, quizás, la ventaja más conocida.

El marketing de las grandes empresas
¿Y por qué durante décadas se nos ha dicho que lo mejor es comer cada 3 horas?
Eso tiene que ver con el marketing. La merienda es un invento: puede ser placentero comer algo a la tarde, pero no es necesario porque energía no nos hace falta. Las colaciones tampoco hacen falta. Ocurre que hay intereses económicos y de multinacionales que nos empujan a comer todo el tiempo, como cuando dicen que el desayuno es la comida más importante… Hay que ver si atrás de eso no hay una empresa queriendo vender algo. Tenemos un exceso de energía y seguimos comiendo por hábito o porque da placer. No porque el cuerpo lo pida.
«En Argentina hay un 67% de personas con sobrepeso y obesidad… Entonces, si siguen comiendo mal, les va a ir peor»
Y quienes siguen defendiendo que hay que comer 6 veces por día, ¿en qué se basan?
Bueno, al que le funciona, que siga comiendo. Pero en Argentina hay un 67% de personas con sobrepeso y obesidad… Entonces, si siguen comiendo, les va a ir peor. El mundo engordó comiendo cada 3 horas, así que es hora de que probemos algo diferente.
Acaso comiendo así siempre tengamos una reserva.
¡Nunca gastamos la grasa porque siempre seguimos comiendo! La grasa se ríe de nosotros porque nunca la gastamos. Yo hice un relevamiento con 300 historias clínicas, y la mayoría de las colaciones que usan los argentinos son hidratos de carbono. El hidrato da más hambre, ese es el problema. Y así no se termina nunca.