Día Internacional de la Mujer y la agenda pendiente

Por Inés Tiphaine ([email protected])

Edición: Florencia Romeo ([email protected])

Como viene sucediendo en los últimos 8 de marzo, este año hubo paro nacional y una concentración en el muy porteño cruce de Av. de Mayo y Avenida 9 de Julio en ocasión del Día Internacional de la Mujer, para marchar, algunas al Congreso y otras a Plaza de Mayo.

Entre los principales temas de reclamo, el movimiento Ni Una Menos destacó «la deuda, la precariedad y la falta de salarios dignos» y, además, se preguntaron: «¿Qué pasa cuando las tareas de cuidado nos impiden trabajar porque no tenemos quién cuide a nuestros hijos?«.

Consultada al respecto, la abogada Victoria Aguirre, vocera de Mujeres de la Matria Latinoamericana – MuMala, señaló: «El Ni Una Menos moviliza al Congreso, el resto del arco transfeminista fuimos a la Plaza de mayo porque entendemos que falta decisión política del Poder Ejecutivo para tomar esta causa de la emergencia como urgente e importante. Vamos a visibilizar los 41 femicidios ocurridos en lo que va del año y los 95 intentos de femicidios ocurridos en el país. Vamos a reclamar principalmente trabajo y que se termine la brecha salarial que siempre nos deja por debajo. El ajuste es violencia es nuevamente nuestra bandera de arrastre«.

Múltiples reclamos en el último 8M.

El Café Diario dialogó con Jesica Flores, presidenta de Mujeres Organizadas Y Trabajadoras Autogestionadas – Asociación Civil M.O.T.A, una organización 100% autogestiva del barrio porteño de Villa Lugano, sobre los casos de violencia de género y los reclamos de la entidad en esta convocatoria por el Día De La Mujer.

¿Cuáles son los principales reclamos de las mujeres que acuden a M.O.T.A.?

En su mayoría, las mujeres que nos consultan lo hacen por reclamos de alimentos o de violencia vicaria, porque necesitan asesoramiento legal, ya que vienen disconformes con los patrocinios gratuitos o con abogados/abogadas privados sin perspectiva de género en las cuales gastan plata –que no tienen– buscando justicia y, sin embargo, la mayoría no la encuentra.

¿En qué consiste el asesoramiento?

Trabajamos sobre tres ejes: asesoramiento y patrocinio y acompañamiento, prevención (charlas sobre violencia) y empoderamiento económico (talleres de oficios, arteterapia, charlas). En los cuales hacemos derivaciones con nuestro equipo de voluntarias y según el caso derivamos a psicólogas que cobran un bono comunitario.

¿Ni una menos sirve para visibilizar la violencia machista que vivimos?

En lo que va del año en los meses de enero y febrero hubo más de 56 femicidios y nadie hace nada. Cambian los dispositivos que les entregan a las mujeres, pero terminan siendo revictimizantes, al igual que la atención ya sea en las comisarías, los juzgados, entre otros.

No se ven muchas soluciones.

Todos saben cuál es el problema, pero parecería que a nadie le interesa solucionarlo. Todo el sistema (machista y patriarcal) funciona mal, porque las decisiones finales en todo ámbito la toma un varón. Todos los días nosotras visibilizamos las violencias vividas y las fechas especiales aún más, salimos a las calles a seguir reclamando por las que no están y por las que tenemos la inmensa suerte de estar vivas.

¿Cuáles fueron los principales reclamos desde la Asociación en la convocatoria de este último Día de la Mujer?

En este 8M nuestro principal reclamo desde M.O.T.A.  de las redes que formamos con otras organizaciones fue: que ANSES y el Estado reconozcan a las familias monomarentales que ejercemos las tareas de cuidado 100%, que es un trabajo Somos millones de mujeres que reclamamos por los derechos de nuestros hijos que no reciben los beneficios sociales de ANSES por progenitores incumplidores de la cuota alimentaria deudores, cumplimiento del convenio 190 OIT de Violencia y Acoso en ámbito laboral, perspectiva de género en los convenios colectivos de trabajo, acceso a vivieLda, jornada laboral reducida para familias monomarentales, tratamiento del Proyecto de ley de las tareas integrales de cuidado y justicia feminista.

M.O.T.A. marchó con su propia agenda.

¿Son insuficientes las políticas estatales? ¿Hay un Estado ausente en temas de violencia de género?

Faltan políticas públicas, sobre todo que sean realmente eficientes y no parches por 6 meses como el programa Acompañar, al que muchísimas mujeres no pudieron acceder ni siquiera en 6 meses, porque es un proceso largo. Hay un Estado no sólo ausente, sino que revictimiza a las víctimas de violencia de género y también a sus hijos cuando, por ejemplo, los obligan a tener vínculo con sus progenitores abusadores y violentos, son muchos los casos.

Ahí falla el Estado.

El Estado debería ser el primero en acompañar y contener estás situaciones. Sin embargo, pero la experiencia nos lleva a desconfiar del poder judicial y sus operadores. Falta muchísima capacitación a los empleados, empatía y sobre todo sentido común.

Lucio Dupuy y los errores del Estado

El caso de Lucio Dupuy conmovió a toda la sociedad por sus características, pero también sirvió para desnudar las notables (y abundantes) fallas del Estado en todas sus instancias.

En ese sentido, Jesica Flores señala que «el caso de Lucio es uno más de los miles que existen, sólo que está vez por suerte se hizo visible, la sociedad también fue parte y se hizo justicia, aunque a Lucio nadie lo devuelve. Esto también es parte de la ausencia del Estado y que todos miran para otro lado: policía, hospitales, escuelas, poder judicial todos desentendidos y ‘trabajando’ por separado cuando es un todo interseccional y transversal«.

Por su parte, Victoria Aguirre agrega: «El caso de Lucio Dupuy muestra cuánto le cuesta al poder judicial cambiar la mirada conservadora respecto a los estereotipos de roles de género. No sólo falla la policía, falla el servicio médico, fallan los tribunales. La realidad es que la defensa de los menores en contextos de violencia por parte de la Defensoría de menores es muy escasa, justamente porque no cuentan con la cantidad de profesionales necesarios para llevar adelante esa tarea y el tiempo pasa muy rápido«.

La vocera de MuMaLa amplía el concepto: «Se toman 5 o 10 días hábiles para contestar oficios que después piden prórroga y, mientras tanto, tenemos situaciones graves con menores a los que los juzgados de familia no les importan. Se patean el expediente mientras pasa el tiempo, pero no resuelven o resuelven con un criterio cómodo, estereotipado, que muchas veces –y lo vimos con Lucio– es una pésima decisión«. Por último, Aguirre hace foco en otro de los aspectos decisivos: «Hay que trabajar sobre las masculinidades que son las que nos matan y violentan y eso tampoco está presente. Ni siquiera en el ámbito carcelario, donde también hay que seguir trabajando para evitar nuevos casos«.