El desafío de contener a víctimas de violencia de género en cuarentena

Por Sabina Nallim ([email protected])

Uno de los efectos más devastadores de la pandemia de COVID-19 es el desgaste del entramado social, situación generada por la cuarentena y la recesión económica. La nueva realidad requiere adaptación, lo que resulta particularmente difícil para las asociaciones sin fines de lucro que se ocupan de dar sostén a los sectores más vulnerables, como el conformado por las víctimas de violencia de género, en lugares donde la ayuda estatal no llega.

Clara Sánchez Egea es politóloga y una de las creadoras de Sobran Motivos, Fundación que desde 2012 brinda ayuda y refugio a mujeres y niños víctimas de violencia doméstica.«Desde el inicio del confinamiento vivimos tiempos caóticos, las llamadas que normalmente recibimos crecieron exponencialmente», afirma.

Sobran Motivos ofrece un lugar de contención para las personas cuyo hogar no es una opción. «Convivir con un violento las 24 horas del día sin posibilidad de escapatoria es nocivo», asegura Sánchez Egea.

Trabajando en aislamiento

Según Elizabeth Gómez Alcorta, titular del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, las denuncias por violencia de género en todo el país crecieron un 40 % durante la primera etapa de cuarentena. Las cifras se desprenden de la cantidad de consultas registradas en la línea 144, que brinda asesoramiento gratuito las 24 horas del día.

«Trabajamos en un equipo interdisciplinario para resguardar y darle atención a las mujeres que llegan. Desde que comenzó la cuarentena hemos tenido que modificar el funcionamiento de la Fundación», asegura Sánchez Egea, al tiempo que explica que todas las modificaciones buscan evitar posibles contagios o brotes. Así, las operadoras que día a día acompañan a las víctimas, rotan cada 15 días y han tenido que limitar al máximo el contacto de aquellas que viven en el hogar con el exterior.

En tiempos de distanciamiento social, la tarea de acompañar y contener a mujeres en situaciones vulnerables es aún más ardua. «Tratar de cubrir todas las necesidades en tiempos complicados y por teléfono, es un desafío mayor», aseguran desde la Fundación.

Prevención de contagios

Desde el Ministerio de las Mujeres se coordinan campañas publicitarias para difundir la línea 144. Además, durante los últimos meses, se han agregado un correo electrónico ([email protected]) y canales de Whatsapp para acelerar la capacidad de respuesta. De esta forma se busca dar, no sólo asesoramiento, sino también seguimiento a los diversos casos. Según datos propiciados por dicho Ministerio, el 80 % de los feminicidios ocurren en la casa de la víctima.

En ese sentido, Clara afirma que durante el confinamiento «lamentablemente hemos tenido que suspender los ingresos al centro de día y todas sus actividades, ya que no hay garantías de que una mujer no llegue contagiada y posiblemente asintomática». Y agrega que «se trabaja en articulación con las áreas provinciales de género según la gravedad de la situación».

La entrevistada explica que en algunos casos es posible tramitar una suma de dinero para alquilar una vivienda o para montar un emprendimiento que genere ganancias. En otros, se busca comprar pasajes u obtener una exclusión del hogar del violento. «En muchas ocasiones, las mujeres quieren volver con familiares que viven en otras provincias, pero desde que las fronteras están cerradas ya no es una posibilidad», explica.

Plan de acción nacional

La elocuencia de los números -un feminicidio cada 29 horas en lo que va de 2020- denota la gravedad de la situación en nuestro país. En base a esto, el Gobierno Nacional anunció la implementación del Plan Nacional de Acción contra las Violencias por Motivos de Género, que incluye 27 medidas y 144 acciones, e involucra a 46 organismos nacionales con un presupuesto de 18.000 millones de pesos.

Con respecto a la pandemia y el porvenir, Sánchez Egea afirma que «es muy difícil predecir que pasará en el futuro con la propagación del virus y el aislamiento social en la provincia». La entrevistada asegura que todo el equipo de Sobran Motivos seguirá haciendo un gran esfuerzo por adaptarse y estar a la altura de las circunstancias.

Sobran Motivos es uno de los 12 refugios para mujeres víctimas de violencia de género de la provincia de Mendoza. Antes de la pandemia, el promedio de ocupación de los mismos era del 60 %, según datos del Gobierno provincial. Actualmente no hay cifras al respecto, pero se estima que la ocupación es inequívocamente mayor.