La conexión entre el fútbol y la violencia de género

Por Juan Andrés Litwin ([email protected])

Miguel Ángel Russo, director técnico de Boca Juniors, decidió volver a contar con el delantero Sebastián Villa -denunciado judicialmente por Daniela Cortés, su expareja-, en un amistoso ante Arsenal a pesar de que la dirigencia del club había decidido que el jugador se pudiera entrenar pero no jugar hasta se resuelva su situación en la justicia, y el fútbol recuperó la discusión pública sobre la violencia de género.

Cortés, quien se encuentra en Medellín (Colombia), quiso deslindarse de toda la situación contractual de Villa y publicó un mensaje en su cuenta de Instagram: «Lo que viví no se lo deseo a nadie, pero el estar rodeada de la gente que amo y acompañada por mi familia ha hecho que esas heridas sanen y la justicia ha hecho su trabajo, lo personal no tiene nada que ver con lo laboral».

El juicio a Villa

Daniela Cortés y Sebastián Villa.

Villa se encuentra procesado, pero en libertad por una eximición de prisión, a la espera de la decisión que tome Verónica Pérez, Fiscal de la UFI 3 de Esteban Echeverría, para saber si pide el sobreseimiento o la elevación a juicio oral. Según fuentes judiciales ocurrirá lo segundo. Si Javier Mafucci Morre, Juez de Garantías, acepta el pedido de juicio oral, la causa avanzará. Todos los pasos del proceso pueden terminar recién a mediados de 2021.

Más allá de garantizar la seguridad y protección de la víctima como premisa fundamental, y del repudio social al agresor que genera cualquier denuncia de violencia de género: ¿es correcto cercenar su derecho a trabajar mientras espera que la justicia determine su culpabilidad o inocencia?

¿Dónde queda el principio de inocencia consagrado en la Constitución, que establece que toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario?

¿Cuál es el riesgo para la víctima en que el jugador siga desarrollando su actividad mientras espera la resolución judicial? Se acumulan las preguntas para las cuales no se ofrecen respuestas.

Posible salida de Villa de Boca Juniors

Atlético Mineiro, de Brasil, presentó una oferta formal por Villa pero Boca desistió de las negociaciones y el pase no se concretó. Sin embargo, no es la única posibilidad para que el extremo deje la institución de la ribera.

El Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de jugadores de la Federación Internacional del Fútbol Asociación (FIFA), en su artículo 15 establece que «Un jugador profesional que en el transcurso de una temporada participe en menos del 10% de los partidos oficiales disputados por su club puede rescindir prematuramente su contrato argumentando causa deportiva justificada».

Jonathan Cristaldo y Morella De Las Heras.

Los antecedentes recientes en Boca Juniors

Durante la gestión de Daniel Angelici, presidente anterior de Boca Juniors, en 2018 Frank Fabra, Edwin Cardona (ambos forman parte del plantel en la actualidad) y Wilmar Barrios fueron denunciados por violencia de género por dos bailarinas por el uso de un arma blanca y la privación ilegítima de la libertad.

Los jugadores fueron inicialmente separados del plantel a la espera de la resolución de la justicia. Pero al poco tiempo, tras conocerse audios donde los jugadores les ofrecían dinero a cambio de su silencio, las denunciantes retiraron los cargos y los colombianos rápidamente volvieron al primer equipo.

La ausencia de un protocolo de AFA

Racing Club, San Lorenzo de Almagro, Vélez Sársfield, Newell’s Old Boys y Rosario Central tienen aprobado un protocolo para los casos de violencia de género que puedan suceder en el club. Son apenas cinco de los cientos de clubes afiliados a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), que por ahora no planea darle una solución institucional al tema, con la que se establezcan pautas claras de cuáles han de ser los pasos a seguir ante hechos de tamaña gravedad.

Vélez, el primero en establecer un departamento de género dentro de su estructura, tiene entre sus filas a Ricardo Centurión, quien fue denunciado por su exnovia Melissa Tozzi en 2017, en una causa que ya fue archivada por el Fiscal. Dentro de las cláusulas de su contrato se estipula que en caso de recibir otra denuncia en su contra, el club puede prescindir de sus servicios sin ningún tipo de resarcimiento.

Denuncias múltiples y pocas condenas

En Argentina existe un solo caso de relevancia que llegó a tener sentencia. En 2014 Alexis Zárate, en ese momento jugador de Independiente, abusó sexualmente de Giuliana Peralta, novia de su compañero Martín Benitez. Finalmente, en 2017 fue condenado a seis años y medio de prisión.

Giuliana Peralta y Alexis Zárate.

En el último tiempo, fueron denunciados Rafael Santos Borré, delantero de River, Agustín Rossi, arquero de Boca Juniors, Jonathan Cristaldo, atacante de Racing, Lautaro Acosta, ídolo de Lanús, entre los nombres más conocidos. Sin embargo, ninguna de las denuncias ha logrado avanzar en la justicia y los futbolistas tampoco han recibido sanciones por parte de su clubes.

El único antecedente reciente donde un futbolista ha sido sancionado de manera concreta y real por parte de su club, es en el caso de Lucas Mancinelli. El defensor fue denunciado por lesiones en contexto de violencia de género mientras jugaba en Patronato de Paraná, en 2019. En primer lugar, el club decidió separar del plantel a Mancinelli y después le rescindió el contrato unilateralmente.