Citas virtuales, sexting y Tinder: las formas del amor en pandemia

Por Gabriela Previtera ([email protected])

«No quedamos a una hora específica, sino una vez que terminamos todo lo que teníamos que hacer. Pedimos la misma comida por delivery, compramos vino y nos arreglamos para la ocasión. ¡No fue en pijama! Fue muy romántico», cuenta Andreína con su acento caribeño. «Cenamos juntos, bebimos vino, nos reímos, escuchamos música, jugamos un rato al tutti frutti. Hablamos un montón, primero por Zoom y después, por videollamada».

Como Andreína, muchas son las personas que se conocieron antes del confinamiento o incluso durante, pero que se tuvieron que conformar con las citas virtuales. Aunque parecen tener su encanto. «Fue muy romántica la situación», cuenta.

Si algo quedó en claro en estos meses, es que la pandemia ha obligado a cambiar hábitos y a exprimir la imaginación para no perder el contacto social. Sobre todo, para aquellas personas solteras con ganas de conocer gente, ya que el amor no ha sido la excepción pese al confinamiento. Encuentros virtuales, fiestas online, aplicaciones de chat y llamadas e incluso, las apps de citas han estado más vigentes que nunca.

Más usuarios de apps de citas

Antes de que se decretara el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), Argentina era uno de los tres países más activos dentro de las aplicaciones de citas como Tinder, Happn, Badoo y OkCupid, entre otras. Según la encuesta online realizada por la consultora Opinaia, sobre un total de 1.800 personas, casi un cuarto de los usuarios actuales de estas aplicaciones se han sumado durante la cuarentena.

Concretamente, el 24% los usuarios han descargado las aplicaciones durante el confinamiento, mientras que un 46% ya las usaban desde antes. El 30% restante ha decidido pausar la búsqueda durante este período.

Otro de los datos destacados de la encuesta virtual marca que el 52% de los usuarios asegura que la experiencia con las aplicaciones de citas es positiva y solo el 11 % la evalúa negativamente. Además, se supo que la mayoría busca conocer gente, un tercio tener sexo, a pesar de que no están recomendados los encuentros físicos con personas desconocidas por riesgo de contagio de COVID-19, y que el 12% busca tener sexting.

Este término se viralizó cuando José Barletta, especialista en infecciones de transmisión sexual, lo recomendó durante un reporte del Ministerio de Salud de la Nación respecto de la situación de coronavirus en Argentina. Fueron luego los usuarios de redes sociales quienes lo convirtieron en tendencia. Sexting es un acrónimo de sexo y texting, y describe la costumbre de intercambiar contenido erótico o sexual personal a través de plataformas digitales.

Búsqueda del amor

Marine Ravinet, Jefe de Marca y Tendencias de Happn, afirma que si bien durante los primeros días del aislamiento se vio una baja notoria en la utilización de esta aplicación, «los solteros no renunciaron a encontrar su alma gemela. El 70% de los usuarios admitieron priorizar las conversaciones prolongadas y el descubrimiento del otro a largo plazo». En la misma línea, desde Tinder sostienen que por sondeos propios han notado una mayor interacción y «chats más extensos en las zonas más afectadas por el COVID-19».

«Durante el ASPO hablé con 2 o 3 personas, pero solo chateamos. Lo hice sobre todo por el aburrimiento de la soledad durante la cuarentena», cuenta Mariel sobre su ‘matcheo’ en estos más de 5 meses. Agustina, en cambio, afirma que durante el confinamiento prefirió no usar ninguna de estas plataformas de citas.

Las fiestas ahora son online

Gia Castello, Mariano Legname, Gino Cingolani Trucco y Juliana Planas son los creadores de SePiCall, «un espacio de encuentro en la pandemia», tal como ellos mismo lo definen.

«La idea surgió en marzo, como un lugar de amigos y para interactuar bailando con otres, perreando si se puede. Se lo comenté a Juliana y al toque estábamos activándolo junto a Gino y Gia, para armarlo un sábado. Entre amigues y conocides fuimos más de una decena la primera vez y nos sorprendió la presencia de gente amiga de amigues. Incluso, DJs de todos lados quisieron sumarse a tocar», cuenta Mariano, uno de los organizadores de estas fiestas que se realizan todos los sábados, de 23 a 5:30 y a las que la gente puede acceder por la cuenta de Instagram.

Legname asegura que lo más importante en su emprendimiento es «la interacción del público» y la seguridad de quienes se sumen. «Somos hosts responsables, tanto del cuidado de la comunidad como de la artística. Pusimos reglas para que todos estén seguros, para que haya baile, amor y respeto», detalla.

«Hay una dinámica muy fuerte de levante en la fiesta. La gente se ve y se baila. Se escriben privados por el chat, se invitan a verse y a ‘pinear’ la cámara del otro. Hay mucho amor de gente que no está encontrando espacios para conocer a personas nuevas y nosotros generamos un espacio seguro y sano para eso», explica Mariano. Y como dice Jorge Drexler, «nada se pierde, todo se transforma» y el amor, no es la excepción.