Por Sabina Nallim ([email protected])
«La legalización del aborto en Argentina supone un momento histórico que sienta precedente en toda la región». Las integrantes del colectivo feminista chileno ‘Las Tesis’, creadoras del himno feminista ‘Un violador en tu camino’, que ha dado la vuelta al mundo, definen así la transformación que sucede ya no sólo en un país.
Desde la legalización del aborto en Argentina, el movimiento feminista chileno se ha organizado para exigir el mismo derecho en Chile. Más de 200 mujeres se congregaron en el Palacio gubernamental de La Moneda, para reclamar «aborto legal, seguro y gratuito» y que ninguna mujer más vaya presa por abortar.
Lo que nunca quiso Pinochet
El debate fue impulsado por las diputadas que conforman la Comisión de la Mujer y Equidad de Género de la Cámara de Diputados de Chile, presidida por Maite Orsini. Previo al debate, y de forma similar a Argentina, los diputados escucharán a expositores a favor y en contra de la medida. Según datos presentados durante las exposiciones, en Chile se practican más de 150.000 abortos clandestinos al año.

El proyecto chileno de Ley contempla únicamente la despenalización y requiere la consecuente modificación de los artículos 342, 344 y 345 del Código Penal, para que las penas previstas para la interrupción de los embarazos cuando la práctica no estuviera justificada por una de las causales, tengan vigencia sólo después de las catorce semanas de gestación, siempre que el aborto sea consentido por la persona gestante.
El rechazo de aquellos que se oponen no se ha hecho esperar y desde los grupos ‘pro vida’ aseguran que esto sería un paso seguro hacia el aborto legal. «Despenalizar es distinto a legalizar: es la legalización la que asegura la garantía. Pero como diputadas, no podíamos presentar un proyecto así porque requiere el apoyo del gobierno», declaró la diputada Camila Rojas.
Chile era una de las pocas naciones que no permitía la interrupción del embarazo bajo ninguna circunstancia, debido a la prohibición que instauró Augusto Pinochet durante la dictadura militar. La ex presidenta Michelle Bachelet, promulgó en 2017 una ley que sólo permite el aborto en tres causales: riesgo de vida de la madre, violación o imposibilidad de vida del feto. Los datos sugieren que estas causales abarcan tan sólo el tres por ciento de los miles de abortos clandestinos que se realizan en el país, y por eso los colectivos feministas reclaman una legislación más inclusiva.

Respaldo de la ciudadanía
Bárbara Sepúlveda Hales, abogada y directora de la Asociación de Abogadas Feministas de Chile (ABOFEM), asegura en dialogo con El Café Diario que valora que el debate se esté dando en términos de derechos y autonomía de las mujeres. «Hay un pequeño sector ideológico que insiste en basarse en argumentos morales y religiosos para impedir que las mujeres y las diversidades sexuales accedan a sus derechos reproductivos. Espero que este proyecto avance y se apruebe, dándole una señal a la ciudadanía que ampliamente respalda, según las últimas encuestas, esta iniciativa. Hay que consagrar estos derechos como derechos fundamentales».
Si la iniciativa fracasara en el Congreso o ante una eventual impugnación, la posición de las feministas será revertir este escenario en la discusión constituyente, donde se espera que las voces de las mujeres y de las diversidades tengan protagonismo en la nueva Constitución que definirá el país vecino. «Ayer fue el turno de las pibas, hoy serán las cabras», exclaman esperanzadas y esperanzados aquellos quienes apoyan la despenalización.