Por Fernanda Galarza ([email protected])
Bradley Tavis Fiddler, conocido como ‘Brad Hunter’, es un hombre de origen australiano que ha sido denunciado por acoso sexual. Autoproclamado «El maestro de la seducción”, incluso imparte cursos para aprender a ganarse el favor de las mujeres, cobrándolos desde 50 hasta 400 dólares. Resta saber si en alguno de los módulos de estos cursos explica cómo grabar sin consentimiento a las mujeres que engatusa, una de las razones por la que varias de ellas lo quieren llevar a la justicia.
Una cita para él es la oportunidad perfecta para acceder a una buena plática y ganar dinero. A través de Tinder y Bumble conocía a sus víctimas -en estas últimas ocasiones, y a falta de que se conozcan en profundidad otros antecedentes-, todas, mujeres mexicanas. No importaba el lugar. Él encontraba la forma de grabarlas con poca ropa, desnudas, o hasta teniendo relaciones sexuales con él, para después vender esos videos en internet.

Testimonios en México
En una entrevista concedida a un medio de Puebla, una chica relató su experiencia. ‘Daniela’, cuenta que Hunter y ella hicieron match enTinder el 29 de julio, e inmediatamente intercambiaron sus números de teléfono. Después de varias conversaciones, decidieron verse el 31 de ese mismo mes. «Cuando lo vi era diferente a sus fotos, pero claro estaban muy retocadas», alega ella.
” (…) Cuando estábamos hablando estábamos a gusto. En un momento sacó su teléfono y comenzó a grabar varios vídeos, pero sólo posaba, no decía ninguna palabra, y ahí me incomodé un poco«, agrega ‘Daniela’.
Después de estar platicando fueron a un lugar para tener relaciones sexuales. Mientras sucedía, él se dispuso a grabar, situación que ya no le gustó para nada a ella. Con posterioridad a ese día, ‘Hunter’ volvió a mandarle mensajes. Insistía tanto que llegó a las amenazas:«sus actitudes eran desagradables, me insultó varias veces, sin yo haberlo hecho», concluye ‘Daniela’.
A éste testimonio se le suma el de Pamela, quien asegura que la invitó a su departamento, al parecer de Airbnb. Se encontraban en la sala y empezaron a conocerse. Entre la plática, el acusado dejaba al aire cosas sobre su persona y no especificaba en qué trabajaba.
«Me dijo que llegó a dar clases de estadística, pero no especificó mucho y dijo que viaja constantemente; sin embargo, realmente no te explicas cómo o de dónde obtiene los ingresos para viajar. Llegó un momento en que sacó su teléfono y empezó a grabarnos sin siquiera pedirme permiso, pero no lo consideré algo malo ni le pedí que borrara ese material. Aunque debí haberlo hecho; luego la conversación empezó a ser más íntima y me llevó a su habitación, pero al llegar a tener relaciones sexuales, esta persona tuvo problemas de disfunción eréctil».
Pamela asegura que ya no volvió a verlo, aunque al igual que la chica anterior, él le insistió varios días.
Carolina, otra chica que tuvo contacto con ‘Hunter’ en Bumble, recuerda que intercambiaron números telefónicos, charlaban con normalidad y ella le preguntaba qué hacía en el país y a qué se dedicaba, pero él contestaba cosas como que «me quiero casar con una mexicana».
«Semanas previas a la cuarentena por el coronavirus quería que saliéramos, pero yo no podía y un día empezó a mandarme muchos mensajes en menos de diez minutos diciendo que estaba en la colonia Roma y que nos viéramos. No le contesté porque me molestó con sus insistencias. Luego, al llegar a mi casa, me mandó otros mensajes pidiéndome lo mismo. Decidí mejor no salir con él porque me parecía muy insistente y no me dio buena espina».
La chica dice sentirse tranquila de no haber salido con él porque una corazonada le indicaba que no era una persona de fiar, razón por la que decidió bloquearlo de sus contactos. No obstante, al entrar de nueva cuenta a la aplicación de citas, vio que este hombre seguía activo en la red, pero con varios nombres como Brad Hunter, Bradpicito o Bradcito, y que tenía por lo menos cuatro o cinco perfiles.

La investigación
A la denuncia se suma la diputada Alessandra Rojo de la Vega, quien mediante un vídeo en Twitter hizo pública la situación, asegurando que el hombre ha estado en otros países como Brasil, Colombia, Perú, Tailandia y en todos hay casos de mujeres acosadas por él. Sin embargo, nunca se le ha arrestado y llevado a juicio.
La misma edil incluso lanzó una petición en Change.org para que expulsen a ‘Hunter’ del país. En una parte de la descripción se puede leer: «no podemos tolerar la violencia digital, ni permitir que extranjeros entren a nuestro país con el objeto de acrecentar un negocio cuya base son conductas que son tipificadas como delito y que ponen en riesgo la vida y la integridad de mujeres, por eso pidamos al Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador que expulse de nuestro país al australiano Bradley Tavis Fiddler para proteger a las mujeres mexicanas». La campaña avanza con el objetivo de llegar a las 10.000 firmas. Están cerca.
La Fiscalía General de Justicia se encuentra investigando el caso. Entre los datos que se tienen del sujeto, se sabe que cambia de número de teléfono cada semana, que tiene un equipo que le ayuda a grabar a la distancia, y que uno de sus socios es su mejor amigo. Hasta la fecha se cuantifican al menos 7 denuncias de mujeres mexicanas residentes de los estados de Puebla, Guanajuato y Ciudad de México.
El Instituto Nacional de Migración (INM), en un comunicado de prensa, expresa que «como parte de los protocolos de ley, el Instituto estableció comunicación con las autoridades correspondientes para los efectos que conciernan y colaborará con las investigaciones a las que haya lugar». Según las redes sociales, ‘Hunter’ salió de México el 16 de agosto.
Defensa desde paradero desconocido
Fiddler ofreció una entrevista al portal Jezebel, en la que afirma que es falso todo sobre lo que se le acusa, y que además los testimonios no tienen fundamentos.
«No tengo nada más que amor y respeto por las mujeres de México», indica en esa conversación con dicho medio digital. Añade que es «un gran defensor de los derechos de las mujeres y del feminismo», y agrega que presuntamente «muchas de las mujeres en los cursos de seducción son actrices o modelos pagadas a las que se les pagó por estar frente a la cámara».
El 19 de agosto YouTube decidió eliminar el canal de Hunter por violar los términos y condiciones de la plataforma. Además, su perfil de Instagram ya no está activo.
También se han hecho presentes las asociaciones feministas para exigir que se haga justicia por todas aquellas chicas que fueron expuestas y denigradas por el australiano. Incluso puede proceder la Ley Olimpia, que sanciona con prisión la difusión de fotos, videos o audios que atenten contra la intimidad de las personas.