Por Lola López Quai ([email protected])
A 300 kilómetros del Obelisco de la ciudad de Buenos Aires, Azul ofrece la posibilidad de pasar un fin de semana distinto, con una propuesta de turismo rural y urbano, ideal para salir de la rutina.
Posicionamiento
Natalia Colomé, técnica en Turismo Cultural y Coordinadora de la Subcomisión de Turismo del Centro Empresario de Azul (CEDA), explica que«buscamos posicionar a Azul como destino turístico en el contexto de pandemia, aprovechando su gran potencial: baja densidad poblacional, la naturaleza que la rodea y un invaluable patrimonio cultural».
«Buscamos posicionar a Azul como destino turístico en contexto de pandemia, aprovechando su gran potencial…»
(Natalia Colomé, Coordinadora de Turismo del Centro Empresario de Azul)
Ubicada en el centro de la provincia de Buenos Aires, Azul ofrece espacios públicos como el Parque Municipal Domingo Faustino Sarmiento, el Balneario Municipal Almirante Guillermo Brown, la Costanera Cacique Catriel y la presencia de la obra del arquitecto Francisco Salamone, que se puede apreciar en distintos lugares.
«Junto a prestadores y profesionales de turismo, desde el CEDA trabajamos en red buscando mejorar la calidad de nuestros servicios y enriquecer la oferta, comprometidos con brindar una excelente experiencia al turista», destaca Colomé.
«Trabajamos en red buscando mejorar la calidad de nuestros servicios y enriquecer la oferta, comprometidos con brindar una excelente experiencia al turista…»
(Natalia Colomé, Coordinadora de Turismo del Centro Empresario de Azul)
Las sierras de Azul
Azul ofrece un atractivo natural: las sierras, conjunto montañoso que pertenece al Sistema de Tandilia, el más antiguo del planeta, ya que surgió cuando se dividió Pangea y se conformaron los continentes.

Azul, Ciudad Cervantina
Azul es considerada Ciudad Cervantina porque posee la colección privada de ediciones de más completa del país y una de las más importantes de América Latina del ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, obra escrita por Miguel de Cervantes Saavedra. Esta categoría fue otorgada por la UNESCO en 2007. Dicho patrimonio literario se conserva en una casa construida en 1883.
Bartolomé Ronco ha sido el abogado que armó la colección, un gran gestor cultural que alcanzó a reunir cerca de 300 ediciones del famoso libro, a las cuales les sumó una gran cantidad de ediciones de la emblemática obra Martín Fierro, ya que fue admirador de ambos personajes, quizás por ser idealistas y ver el mundo de otra forma (cada uno a su manera).
Azul es considerada Ciudad Cervantina porque posee la colección privada de ediciones más completa del país y una de las más importantes de América Latina del ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha…
¿Qué hacer en Azul?
El Café Diario presenta a continuación algunos lugares para visitar en esta ciudad abierta al turismo.
Complejo Ronco: Ubicado en el centro de la urbe, incluye la Casa Ronco, la Biblioteca Popular Bartolomé J. Ronco, la Hemeroteca Juan Miguel Oyhanarte, y el Museo Etnográfico y Archivo Histórico E. Squirru. El Complejo es privado y sin fines de lucro.

Club de Remo: Es un club señorial, con un gran y prolijo parque, y botes tradicionales de madera para practicar remo. Impecable. Hasta tiene una cancha de bochas en plena actividad. Se puede pasar el día y comer.
Hotel Elena: No es sólo un hotel. Es una antigua y bella casona estilo toscano de una de las familias (Piazza) fundadoras de Azul. Brinda la posibilidad de pasar una noche con mucha historia y arte, puesto que también funciona como galería. Además, en septiembre, su jardín de rosas despierta suspiros.

La Fonda de Azul: Es un bodegón azuleño, donde el puchero y esas milanesas eternas que sobresalen de la bandejita que trae el mozo, logran que se haga agua la boca.

Club de la Lavanda: Así como Azul es Ciudad Cervantina, hay una iniciativa que apunta a que este destino sea la puerta de entrada a la Ruta de la Lavanda, para que los turistas puedan visitar emprendimientos de elaboración de productos a base de esta aromática planta de uso ancestral. Hoy ya se pueden visitar plantaciones, comer chocos y alfajores con lavanda, y adquirir perfumes y bolsitas aromatizantes.

Refugio Boca de Sierra: A 35 kilómetros del centro de Azul, y por ruta provincial 80, es posible hacer escalada o trekking (caminatas por sitios montañosos). También, disfrutar de un arroyo o simplemente acampar e interactuar con la naturaleza. Cuenta con una zona de camping.
Monasterio Trapense: Está a unos 42 kilómetros de la ciudad. Se trata de un predio de 1.080 hectáreas, donde los religiosos llevan una vida contemplativa pero también se dedican a la agricultura y producen toros Hereford. En este momento el hospedaje está supeditado a los vaivenes de la pandemia, pero se puede pedir información.

Alojamiento: A pocos kilómetros del centro se ubican las cabañas Dulcinea y Las Tahonas; esta última ofrece la opción de disfrutar de una pileta privada.