Por Rodolfo Colángelo ([email protected])
La revelación sobre el espionaje a los familiares de las 44 víctimas del submarino ARA San Juan realizado por la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) durante la gestión del gobierno macrista colocó otra vez en primer plano una tragedia que amenaza con seguir el mismo destino de olvido de la torpedera de mar La Rosales. Esa embarcación naufragó en 1892 frente a las costas de Uruguay. Los marineros perecieron después de haber sido abandonados por los oficiales de a bordo, que se pusieron a salvo en los botes salvavidas.
Cuando la causa del ARA San Juan parecía diluirse en la memoria de la opinión pública, la interventora de la AFI, Cristina Caamaño, junto al ministro de Defensa, Agustín Rossi, señalaron al ex presidente Mauricio Macri y a los ex directores de ese organismo, Silvia Majdalani y Gustavo Arribas como responsables del espionaje a los familiares de las víctimas. La acusación se realizó en base a documentos de 2018 y 2019 encontrados en tres discos rígidos en la delegación Mar del Plata de la central de inteligencia.

Qué era lo que se espiaba
De acuerdo a esos documentos, los espías de la AFI le adelantaban a Macri y al entonces ministro de Defensa, Oscar Aguad, los planteos que los familiares iban a realizarle al gobierno para que avanzara en la investigación y en la búsqueda del submarino. Además le informaban acerca de los cuestionamientos de las familias a la forma en que se encaraba la tragedia.
La relación entre los familiares y el gobierno macrista tuvo momentos de alta tensión. Macri siempre trató de evitar los encuentros, y el único que tuvo fue rápido y sin demasiadas explicaciones. Por su parte, Aguad -que se enteró del hecho por los medios-, mantuvo reuniones donde arreciaron los cuestionamientos y las discusiones subidas de tono. Incluso, los familiares fueron reprimidos por la policía cuando acamparon en la Plaza de Mayo en un día de lluvia intensa.
La jueza federal de Caleta Olivia, Marta Yáñez, a cargo de la causa, dictó el procesamiento de seis altos mandos de la Armada y el sobreseimiento de un séptimo, y rechazó investigar a Macri, Aguad y al entonces jefe de la Armada, vicealmirante Marcelo Srur. Pero, tras las revelaciones del espionaje, no descartó indagar a personas sospechadas de ser responsables si se lo ordena la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia. Es decir, Macri, Aguad y Srur pueden ser llamados a indagatoria.

Los infiltrados
Luis Tagliapietra, padre de uno de los tripulantes del submarino, ha señalado en declaraciones a la emisora El Destape Radio, que «sabíamos que nos espiaban, pero ahora lo confirmamos», y agregó que la documentación encontrada puede estar relacionada con la única reunión que los familiares tuvieron con Macri el 6 de febrero de 2018. «Nos recibió media hora de manera muy fría y tuvimos que acampar en Plaza de Mayo para que busquen a los chicos. Creo que hubo agentes de la AFI infiltrados entre los familiares», ha comentado.
Los familiares de las víctimas actuarán como querellantes en la causa por espionaje. Muchos de ellos se preguntan el motivo político que llevó al gobierno anterior a espiarlos y si fue sólo para adelantarle a Macri y Aguad los pasos que iban a dar, o si existieron otras causas que todavía se mantienen en secreto.
La misión secreta del ARA San Juan
El informe final de la comisión bicameral que investigó el hundimiento del submarino determinó que la causa del hundimiento fue el ingreso de agua en la nave, lo que provocó un cortocicuito en las baterías. Y que la avería fue subestimada por toda la cadena de mandos, esto es, que se envió al ARA San Juan a cumplir una misión cuando presentaba serias deficiencias estructurales para la navegación.
La misión del submarino era la de realizar tareas inherentes y de rutina para la Armada, pero diversas hipótesis aún sostienen que habría sido enviado para espiar movimientos de buques británicos en la zona marítima cercana a las islas Malvinas. Y que fue hundido por un misil -versión que perdió fuerza-, a 550 kilómetros al este de Comodoro Rivadavia el 15 de noviembre de 2017.

No obstante, Mariano Pi, coordinador de la Red Federal de Investigación ARA San Juan, indicó en una entrevista con la agencia Paco Urondo que «nuestra hipótesis es que fue hundido por un ataque externo con misiles». El submarino fue encontrado el 17 de noviembre de 2018, a 907 metros de profundidad.
¿Hundido por un misil?
A su vez, el ingeniero naval Jorge Oscar Bojanic declaró en su oportunidad ante el fiscal Jorge Di Lello que el submarino se hundió como «consecuencia de una mina antisubmarina o un misil antibuque», mientras realizaba tareas de espionaje de tipo empresarial sobre una zona de aguas internacionales en las que existen reservas de gas y petróleo siete veces superiores a Vaca Muerta.
El ingeniero sostuvo en su declaración -reproducida por Resistencia Urbana– que en las fotos «junto a la hélice, a su izquierda, se observa una especie de cuerno. Ese cuerno es el booster de un misil antibuque. El booster es el propulsor que utilizan los misiles. El misil se llama Hsiung Feng, de origen taiwanés, las empresas de seguridad utilizan armas taiwanesas porque no son rastreables».
Para el ingeniero, el submarino estaba cumpliendo una misión distinta a la informada oficialmente. En ese sentido, remarcó que «sólo una persona podía dar esa orden, el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, el presidente Mauricio Macri y fue realizada por sugerencia de su ministro de Energía, Juan José Aranguren«.
Agregó que «Aranguren sabe que hay 25 empresas petroleras trabajando en la zona. Esa zona se ha convertido en un teatro de operaciones militares privadas donde actúan las empresas Moran, Wagner, Eulelen, Academi y Black Water».
Se abre la caja de Pandora
La Comisión Bicameral que fiscaliza a los organismos de inteligencia presidida por el diputado Leopoldo Moreau, investigará el espionaje a los familiares del ARA San Juan y a cargo de la misión estará el diputado Rodolfo Tailhade.
La investigación puede abrir la caja de Pandora revelando una trama que por ahora parecía sepultada o archivada en los cajones de la justicia, tal como sucedió con La Rosales. Lo que se buscará establecer son las razones del espionaje y para eso, en los próximos días los familiares serán citados por Tailhade para prestar declaración.