Por Daniel Alejandro Vázquez, Corresponsal en Chile ([email protected])
Editado por Cecilia Oliveros ([email protected])
Un informe presentado por el Observatorio del Narcotráfico de Chile, dirigido por Luis Toledo, jefe de Unidad de Tráfico de Drogas de la Fiscalía Nacional, alerta sobre la presencia de cárteles en el país trasandino: los mexicanos Jalisco Nueva Generación y el de Sinaloa (ligado a Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán), y el Cártel del Golfo, del Valle de Cauca, Colombia.
El documento, al ser elaborado por instituciones como la Armada de Chile, Carabineros, la Policía de Investigaciones (PDI), el Servicio Nacional de Aduanas, Gendarmería y el Ministerio del Interior, es el resultado de una investigación pormenorizada desarrollada en los dos últimos años.
En referencia a esta información, el fiscal nacional a cargo Jorge Abbott indica que «nuestro país enfrenta por primera vez la amenaza de la instalación en Chile de cárteles internacionales de droga, que no conocíamos hasta ahora».
Asimismo, el documento señala que «se observa como tendencia el notorio aumento de la capacidad de producción de drogas en suelo chileno, y como amenaza, el involucramiento en este proceso, de poderosas organizaciones criminales extranjeras».
Sumado a esto, el efecto de la pandemia trajo consigo el incremento de la producción de la marihuana, llamando la atención una baja de la circulación de cocaína y pasta base desde 2019.
Por otro lado, también se refleja en el informe el aumento de la venta de droga sintética llamada C2B, la cual contiene Ketamina y proviene de Colombia.
Este aumento de la producción de drogas ha mermado la convivencia en las cárceles, y ha aumentado gradualmente la violencia en el interior de los presidios al haber interesados creados relacionados con el narcotráfico.

Bitácora de la droga
Luis Toledo indica que en el caso de la marihuana creepy -que es para consumo interno-, se ha comprobado tras ser incautada una gran cantidad, que tiene una mayor concentración de THC y que los envíos investigados provienen del Valle de Cauca, territorio controlado por el Cártel colombiano del Golfo.
«El origen de esa marihuana es incontrastablemente colombiano y viene linkeada por líderes del Cartel del Golfo, que son los que controlan el Puerto de Buenaventura y también el Valle del Cauca», ha asegurado Toledo.
Agregó además que «cuando la droga llega a Chile nos encontramos con una serie de grupos criminales, generalmente repartidos entre extranjeros y chilenos que reparten a distintas zonas de la Región Metropolitana, casi como si dividieran el mercado, como si fueran grandes grupos de supermercados para la zona sur, norte, oriente».
Y añadió que «se han detectado pequeños envíos a Rancagua, Talca y Concepción, lo que demuestra la capacidad operativa y de organización«.
El ingreso de la marihuana creepy a Chile ha sido sistemático, después de que reemplazara a la de más baja calidad llamada «paraguaya».
Según Toledo «los cárteles mexicanos se han incorporado a esta suerte de negocio. ¿Cuándo íbamos a pensar que viniera droga, específicamente marihuana, desde un puerto mexicano? Y ya no sólo en una operación, sino en varias».
Entre los casos mencionados por el Jefe de unidad de tráficos Luis Toledo, existe uno que contiene lazos con el Cártel Jalisco Nueva Generación y otro ligado al Cártel de Sinaloa, en el cual los dos hermanos Yolanda y Ricardo Salazar, quienes fueron detenidos en el aeropuerto de Santiago el 10 de marzo de este año.
Los hermanos Salazas fueron acusados de haber montado un laboratorio de extracción de THC de marihuana. Ambos son familiares de María Alejandrina Salazar, la primera esposa de ‘El Chapo’ Guzmán.

«La situación del norte de Chile -puntualiza Toledo-, reclama especial atención. El ingreso de la droga, cuando es terrestre, se produce generalmente a través de pasos no habilitados cercanos a Colchane; otros cercanos a la Región de Antofagasta y también en Árica, pero allá existe más control. Las mayores cantidades están en la Región de Tarapacá».