Por Lola López Quai (lola.elcafediario@gmail.com)
¿Te gustan los alfajores y el mar? ¿La miel y la cerveza? ¿Las historias y el bosque? Si es así, te proponemos un circuito por Mar Chiquita, donde tenés todo esto y muchas cosas más. Para que tengas una referencia, estas son algunas distancias en kilómetros desde Santa Clara del Mar (ciudad turística principal del Partido) a: Mar del Plata, 21; Sierra de los Padres, 38; Villa Gesell, 92; Partido de la Costa, 154, y Tandil, 183 km. Listo, ahora sí, ¡arrancamos!
1. Miel y alfajores en Atlántida
Supongamos que llegás cerca de las 5 de la tarde a Santa Clara. Es el momento de ir a Atlántida (un pueblo a 5 kms, todo arbolado y hermoso) para pasar por lo de Sylvie (de ‘Armandine d’Ozouville’) a comer uno de sus alfajores caseros, que además de pesar ¡90 gramos! son una delicatessen total, como el de maracuyá o el de higo (hay también de chocolate, ¡ojo!).
Después, haciendo unas cuadras, te vas a lo de Vero y Gerardo a conocer cómo trabajan con las abejas y el amor que le ponen a lo que hacen mientras tomás el té con unos panes caseros y tortas hechos con miel que te van a volar la cabeza.
2. Cena, playa y lindos sueños en Santa Clara
Después de dar una vuelta por la playa y ver el mar, apenas cruzás la costanera podés ir a un lugar muy, pero muy especial: el Balcón de los Santos, hoy restó y casa museo de la familia Orensanz, fundadora de Santa Clara, y atendida por las nuevas generaciones.
Es una hermosa experiencia cenar frente al mar y en un lugar que sigue siendo una casa, con sus habitaciones, libros, cuadros, mesas y todo lo que posee cualquier familia. La noche ideal te espera en una cabaña a (literalmente) pocos metros del mar y con bajada propia, dentro del increíble predio de Cabañas San Cristóbal.
3. Reserva de Biosfera y escuela sustentable
Al día siguiente arrancás bien temprano, y haciendo 15 kms desde Santa Clara llegás a la localidad de Mar Chiquita (sí, el mismo nombre del Partido), donde se encuentra la Reserva de Biosfera (perteneciente a la red Unesco), cuyo nombre oficial es «Parque Atlántico Mar Chiquita». Aquí podrás ver aves y, si te tomás tu tiempo, también una fauna diferente.
Lo mismo debés hacer si querés visitar la primera escuela pública sustentable de Argentina, construida totalmente con materiales reciclados y con un aprovechamiento de la luz y del espacio tan inteligente y cálido que vas a sentir que no parece una escuela. Visitarla es una gran experiencia.
4. Kite y lancha
La tarde ya está asegurada. Si te gusta la adrenalina y sentirte pequeño en el Universo, podés tomar una fantástica clase de kite con Valentín Montero, quien también es guardavida de Marchi y se hizo famoso por salvarle vida a un señor que ya se «había entregado» (como él mismo dice en una carta que le mandó como agradecimiento).
Después, lo mejor que te puede pasar es salir a conocer la laguna y sus secretos con el Capitán Bimbo, que tiene infinita paciencia y sabe alternar la charla con el silencio para dejarte disfrutar el paisaje.
5. Naturaleza y vacas
El toque de turismo rural más la conservación de la naturaleza lo encontrarás en la Estancia Nahuel Ruca, donde hacen ganadería con pastizal natural (es decir que no plantan pasturas), y ecoturismo con avistaje de aves.
Podés conocer las tareas de campo y visitar un bosque de tala tan hermoso que se te caen las medias.
6. La noche es noche
Después de todo un día de ir y venir, el descanso del guerrero es en ‘Black King‘, para empezar con los tragos super top que hace Patricio Maroneo, y después darle largo y tendido a la cerveza y a los platos convencionales o gourmet, según los elija tu paladar. Con un poco de suerte, engancharás música de la mano de Fran Rhema, y listo: te podés ir a dormir en paz en el partido de Mar Chiquita.