140 elefantes, la pandemia provoca un baby boom en Kenia

Por Daniel Alejandro Vásquez ([email protected]om)

Si en algo ha beneficiado la pandemia a la naturaleza, es en haber permitido la libre reproducción de especies diferentes en el mundo. En Kenia, en el corazón del continente africano, han nacido 140 crías de elefantes en los últimos meses, en lo que se considera un verdadero Baby Boom en una especie que se encuentra en peligro debido a la caza furtiva y la falta de alimento en la naturaleza.

La falta de turistas por las restricciones del COVID-19 y las lluvias abundantes que han permitido un mayor desarrollo de la vegetación garantizando alimentación para los animales, ha generado este fenómeno llamativo, señala la fundación de protección de elefantes Elephant Protection Initiative.

Cifras para celebrar

Según el Comité Internacional de Rescate, el año pasado las lluvias aumentaron de manera considerable, causando inundaciones y daños en las cosechas en África Oriental. A pesar de estas consecuencias, además de terminar con años de sequía sufridos en esta zona, el fenómeno climático ha beneficiado directamente a los elefantes, ya que la proliferación de la vegetación ha bajado los índices de mortalidad por hambre y deshidratación, según señala la fuente.

Winnie Kiiru, una de las líderes de la Fundación expresa en un comunicado difundida a través de redes sociales que «hay mucho que celebrar por estas cifras». Pero no ha querido dejar pasar la ocasión para pedir ayuda: «en toda África nos enfrentamos a desafíos enormes. La competencia entre humanos y elefantes por la tierra ha aumentado».

Más amenazas para los elefantes

Asimismo, existen varias amenazas para las poblaciones de elefantes: sequías relacionadas con el cambio climático, enfrentamientos con agricultores cuyas tierras pisotean los elefantes, y cazadores furtivos que cazan y matan ilegalmente a estos animales por sus colmillos. A pesar de todo esto, durante estos meses de pandemia el buen estado de las hembras elefantes ha ayudado a que la cifra de nacimientos aumente, buena noticia en la cual ha influido la labor incansable que las autoridades de Kenia realizan combatiendo la caza furtiva.

La problemática de la cacería de elefantes data de 1980, cuando la especie fue devastada por la fiebre del marfil. Desde entonces, Kenia mantiene una lucha incansable en contra la cacería ilegal. Gracias a esta labor, desde 1989 las cifras comenzaron a ser positivas, y donde antes había solo 16 mil elefantes, hoy existe el doble.

Detener la caza furtiva

Aun así, en 2018 se reportó la muerte de 80 elefantes en el país, pero con el aumento de patrullas de seguridad, el año pasado el número se redujo a 34. Sin embargo, la especie todavía es considerada vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Si bien la caza furtiva sigue siendo un peligro para la población de elefantes, la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) informa que «la amenaza percibida más importante» es la pérdida o debilitamiento del hábitat causado por la expansión de la población humana y la conversión de tierras en curso.

A medida que la población se expande y las tierras históricamente pertenecientes a los elefantes se convierten para uso humano, hay más espacio para el conflicto. El problema generado por la invasión de estos animales a las granjas matando el ganado, ha desencadenado represalias por parte de los granjeros cuya violencia provoca más muertes de la especie, convirtiéndose así en un problema cada vez mayor.

Espacio para la esperanza

Sin embargo, al observar el éxito de Kenia hay espacio para la esperanza, particularmente en comparación con el resto de África, que ha experimentado una disminución general del 33% en la población de elefantes entre 2007 y 2014.

La combinación de buena fortuna de Kenia con el clima y la legislación sobre la caza furtiva, es ciertamente un punto importante en el mundo de la conservación animal. Al respecto, Tal Manor, Gerente de Proyecto en Amboseli Trust for Elephants ha manifestado que «en general, los esfuerzos contra la caza furtiva en Kenia también son altos y los elefantes son generalmente más seguros, lo que significa que mueren menos que en otras partes de África».